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La Mancomunidade prevé ahorrar 250.000 euros al año por el uso del contenedor marrón

El ente cree cumplir los requisitos para la bonificación del 15 por ciento en la factura de Sogama | La implantación del plan piloto de biorresiduos será a principios de 2023

Labores de compostaje en la planta de la Mancomunidade do Morrazo en A Portela. | // FDV

El programa piloto que la Mancomunidade do Morrazo tiene previsto poner en marcha a principios del próximo año para implantar el contenedor marrón podría salirle más rentable de lo que pensaba. El reciente anuncio del presidente de la Xunta de Galicia de que los concellos que apuesten por la recogida separada de los biorresiduos tendrán una bonificación de un 15 por ciento en la tasa de la basura ha sido acogido con satisfacción en el ente supramunicipal, que cree cumplir con todos los requisitos.

Con esta rebaja la tonelada de residuos pasaría a costar de los 66 euros actuales a los 56,1, y los primeros cálculos apuntan a que el ahorro anual en la factura de Sogama podría situarse en torno a los 255.000 euros, una cantidad nada desdeñable que reforzaría la apuesta por la gestión individualizada de los residuos orgánicos.

Aunque por el momento no hay una confirmación oficial de que la Mancomunidade do Morrazo podría acogerse a esta bonificación sí que existe optimismo por la próxima puesta en marcha del contenedor marrón en la comarca. La idea es que sea a principios del próximo año cuando se acometa la instalación de un total de 50 contenedores, que se situarían en zonas céntricas de Bueu y Cangas. Esto será posible gracias a una subvención de casi 156.000 euros de la Consellería de Medio Ambiente, cofinanciada por los fondos europeos Next Generation, y estructurada en dos partes. La primera de ellas de 92.164 euros, se orientaría a la implantación de la recogida de biorresiduos con esos contenedores, mientras que la segunda permitiría la separación y reciclaje en origen a través del compostaje doméstico o comunitario.

Faltan por perfilar las áreas donde se colocarán, si bien la intención inicial de los concellos era la de escoger zonas próximas a las plazas de abastos de ambos municipios. En esta fase de pruebas la participación es voluntaria y los recipientes contarán con cerradura para permitir solamente el acceso de los usuarios que lo soliciten previamente. Esto permitirá, apunta la gerente de la Mancomunidade, Alba Álvarez, “que se pueda evitar la inclusión de impropios y se consiga un material de calidad”. Faltaría por definir si el cierre de los contenedores sería con llave o electrónico. En paralelo se hará entrega de unos 3.000 cubos marrones de uso doméstico para que los residentes en el entorno de los contenedores puedan depositar los restos en sus casas. Esta línea se completaría con la compra de tres biotrituradoras y un camión para la recogida de restos vegetales.

Moaña es el único concello de la Mancomunidade que no participará en la experiencia piloto de los contenedores, ya que ha preferido seguir reforzando con la otra línea de ayudas (con un valor de 63.800 euros) su apuesta por los centros de compostaje comunitario, creando otros tres para sumar a los once ya existentes. Los nuevos irían situados en la calle Fragata Libertad, en la Rúa As Barxas y en el puerto de Domaio. Con esta subvención también se han adquirido un total de 360 composteros individuales de uso doméstico, que serán entregados a los vecinos que lo soliciten junto a un termómetro, un aireador y un manual de compostaje.

Desde la Mancomunidade se expresa la firme intención de continuar con las iniciativas para potenciar tanto el contenedor marrón como el compostaje comunitario. De hecho, y en paralelo, el ente supramunicipal tiene en funcionamiento un programa de recogida puerta a puerta de biorresiduos en locales de hostelería de toda la comarca, una idea que comenzó con 18 locales adscritos y que ahora ya supera la veintena.

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