Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las lonjas venden con normalidad pero con el temor de compradores a los piquetes

El paro convocado por parte de los transportistas no se ha dejado sentir, por el momento, en las ventas de marisco en las cofradías | De todas formas se vive con incertidumbre

Subasta de centolla, ayer, en la lonja de Cangas. Santos Álvarez

La primera jornada de paro indefinido, convocado por parte del sector del transporte de mercancías por carretera, agrupado en la Plataforma de Defensa del Transporte, se vivió sin incidentes en los puertos de O Morrazo en donde las cofradías de pescadores, quizás las que se puedan ver más afectadas por el cierre de carreteras a los mercados nacionales, vendieron con normalidad. Las de Cangas y Bueu celebraron las subastas en sus respectivas lonjas y la de Moaña trasladó en furgoneta los bivalvos a Vigo, como es habitual, para su subasta en la lonja del Berbés, en donde también subastó la almeja el pósito cangués.

El patrón mayor de Bueu y presidente de la Federación Provincial de Cofradías, José Manuel Rosas, asegura que, pese a la normalidad de ayer, los compradores ya alertaron de que podrían dejar de adquirir ante el temor a que aparezcan piquetes en las carreteras de los mercados nacionales, sobre todo de la capital. Por el momento, no les llegó ninguna constancia de la presencia de esos piquetes en los principales accesos a Madrid o a Andalucía, como a otras localidades de Galicia, pero se vive esta convocatoria de paro con la incertidumbre a lo que pueda ocurrir.

Descarga de navaja de Moaña para subastar ayer en Vigo. | Fdv

La principal reivindicación de los camioneros, autónomos y empresarios convocantes del paro es que el Gobierno aplique medidas efectivas para evitar trabajar a pérdidas.

Andrés Ferreira, de Marisquea de Vigo, que es comprador habitual en las lonjas de O Morrazo, adquirió ayer con normalidad los 150 kilos de centolla de un barco en el puerto de Bueu. Asegura que envió 300 kilos de marisco variado a Huelva, en Andalucía, “y todo transcurrió bastante tranquilo”, aunque puede ir a peor. Tiene claro que no es el momento de parar, que hay que trabajar “en mi caso tengo una familia que alimentar” y cree que este paro no tiene mucha fuerza. Entiende que sí habría que protestar por el encarecimiento del combustible ya que “antes llenaba el depósito con 90 euros y ahora me cuesta 180”. Considera un “engañabobos” la ayuda que aprobó el Gobierno para subvencionar el combustible, porque los precios siguen subiendo.

El sector de bajura está intranquilo al estar a las puertas de la campaña de Navidad y ver que los precios no suben. En Cangas, en donde hubo subasta de navaja, erizo, pescado variado, nécora, camarón y centolla, el marisco rey de las rías no pasó de los 14 euros el kilo bajando hasta los 6 euros. Es un año de mucha centolla y ello también influye en el menor precio.

En cuanto a la almeja, los precios siguen igual. Tal y como confirman en la Cofradía de Moaña, la babosa se vendió en Vigo, de 24 euros hasta 14.50: la rubia, de 15.75 hasta 15,05, el carneiro a 8,20 euros el kilo; la navaja de 13.30 a 12.45 y la almeja japónica a 8 euros el kilo.

Reconocen que a estas alturas, en vísperas de la campaña de Navidad, los precios deberían de estar algo más altos, aunque reconocen que llevan así ya desde hace unos meses, pero no por culpa del transporte. Hay que tener en cuenta también que el marisco no es un producto de primera necesidad y la economía está como está, señalan desde Moaña.

Por lo que respecta al percebe, el sector de Cangas no pudo salir a faenar debido al mal estado del mar. Fernando Mariño, presidente de la agrupación, asegura que acudieron a la Costa de A Vela pero fue imposible bajar.

“No es el momento de secundar una huelga”

Con respecto a la anterior convocatoria de huelga del pasado mes de marzo, que encadenó también un paro en el sector de la flota de bajura para exigir ayudas ante el aumento de los costes de producción y que paralizó el país durante veinte días, esta nueva convocatoria parece que no tendrá la misma repercusión. Los marineros cobraron entonces las ayudas aprobadas por el Estado, de 1.550 euros por barco –hasta 35.000 para los de más tonelaje– y se impuso una paz ya que el Gobierno central extendió las ayudas a la población con una subvención al combustible, de 20 céntimos por litro, que se ha prorrogado hasta el 31 de diciembre. Aquello fue como cerrar la boca a las cofradías y así fue.

Ahora no están por la labor de parar cuando se acerca la campaña de Navidad, que es cuando los marineros pueden sacar algo de ganancia “porque aquí no hay un salario fijo al mes”, aseguran en Cangas.

También es cierto que nadie de la Plataforma convocante se ha dirigido a las cofradías para plantearles esta posibilidad. Por esta razón, el paro del transporte no fue ayer el tema del día en las lonjas.

Compartir el artículo

stats