Tras mas de cuatro años de investigaciones, diligencias, recursos, autos judiciales, entradas y salidas de la cárcel se espera que antes de fin de año esté el escrito de acusación contra los detenidos en la denominada Operación Vida, en la que son protagonistas los hermanos Giménez, del clan de los Morones, a los que se le imputa ocho delitos, entre ellos formar parte de banda organizada. El juez instructor de la causa, David Pérez Laya cerró el proceso de toma de declaraciones, que pretendía continuase el líder de la familia Giménez, Sinaí Giménez, que había solicitado este mismo año volver a declarar. Ahora mismo, se está pendiente de practicar unas diligencias solicitadas por la Fiscal relacionadas con presuntos del delitos económicos. De hecho, una de las quejas de los abogados de los testigos protegidos es la lentitud con la que Hacienda está resolviendo los problemas que se plantean relacionados con las numerosas empresas que presuntamente están ligadas con la familia Giménez y que muchas carecían de actividad.

Recientemente, los tribunales de justicia también rechazaron las constantes peticiones de los investigados para que les sean devueltas pertenencias que se le fueron incautadas durante la investigación, entre los que destacan coches y joyas.

Los continuos cambios de abogados defensores retrasaron un proceso que se inició en abril de 2016 y que supuso que los cuatro hermanos varones pasaran por la cárcel de manera provisional: Sinaí, Juan Paulo, Saúl y Marino, años en los que los acusados no paran de interponer recursos , incluso pidieron la recusación del juez David Pérez Laya. Mientras, el único abogado que sigue en la causa desde el principio es el de los testigos protegidos, Alfredo Iglesias, cuyas declaraciones se entienden fundamentales para la causa. La misma se encuentra ya en el tomo 46 y suponen 20.000 folios sin que se incluyen las piezas separadas. Una ingente documentación para un proceso que muchos han olvidado, camuflado entre otros causas pendientes de los hermanos Morones y también en los conflictos relacionados con las peleas en los mercadillos. Olvidado entre montones de papeles y letrados de renombre ya arrojados de un proceso donde se les había prometido ganancias y famas.