Cangas paraliza la retirada de agua de los garajes de Noria 4 al detectar que continúan las filtraciones
El sellado del viernes no acabó con el problema | Las familias amenazan con cortar el tráfico

Los operarios, ayer, en el bombeo iniciado a primera hora de la mañana y paralizado después. | G.N. / Fran G. Sas
Las familias que residen en el edificio número 4 de la calle Noria llevan más de una semana con los garajes inundados por el último episodio de filtración de fecales, un problema que se repite cada vez que llueve desde hace tres años. Las lluvias de este fin de semana no hicieron más que agravar la situación y el agua acumulada ronda ya el metro de altura. Después de que la concesionaria del ciclo del agua –UTE Gestión Cangas– emplease todo el viernes en limpiar las tuberías del saneamiento en la calle Noria, recorrerlas una vez más con un robot con cámara y sellar la unión entre los tubos de fibrocemento, la intención era que las filtraciones quedasen atrás, pero nada más lejos de la realidad. Los afectados, hartos, amenazan con protestas y cortes de tráfico.
Como se comprometió la concesionaria con los vecinos, a primera hora de ayer un camión con una bomba de achique empezó a trabajar para bombear a la red de alcantarillado el agua. Sin embargo, a las dos horas de empezar se confirmó que seguían las filtraciones, por lo que el nivel del agua no daba bajado. Se paralizó por lo tanto el trabajo.
Ahora se impone un nuevo análisis hasta dar con la veta por la que el agua inunda los garajes, una situación que tiene desconcertados a los técnicos de la concesionaria, pues intentaron averiguarlo en múltiples ocasiones a lo largo de los últimos años.
Mientras no se localiza el origen de las filtraciones, los vecinos siguen sin poder utilizar los garajes y, lo que es mucho más grave, con los ascensores inutilizados. Esta situación dificulta que los residentes más mayores o con problemas de movilidad puedan salir de sus casas e incluso está obligando a hacer las compras por teléfono y que los trabajadores de los supermercados suban a pie las bolsas.
La semana pasada representantes de las más de 70 familias que residen en este inmueble o tienen negocios en el mismo amenazaron con protestas ante el Concello si no se ponía solución a las inundaciones. Desde el ejecutivo local se reconoció que, casi con total seguridad, el agua procede de la red de saneamiento. Los afectados atribuyen el problema a daños en las canalizaciones durante la última reforma de la calle Noria.
Sobre el edificio pesa desde hace años una orden de derribo. La presencia de fecales en el agua que anega los sótanos hace que los vecinos descarten que las inundaciones procedan del propio curso fluvial.
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