El peor temporal de viento y lluvia en lo que va de otoño azotó ayer por la mañana O Morrazo, pero no detuvo a la asociación de diagnosticadas de cáncer de mama, Adicam, ni al medio millar de valientes que completaron la “Marcha Solidaria Fina Acuña” inundando de color rosa las carreteras de la comarca. Al final emprendieron la marcha la mayoría de las más de 700 inscritas, ataviadas con chubasqueros, paraguas e incluso plásticos para soportar la lluvia. La columna que partió del Concello de Bueu, con unos 200 asistentes, tomó la carretera general (PO-551) antes de las diez de la mañana. La que salió de Moaña lo hizo un poco después. Sin posibilidad de refugio ante la tromba de agua, ambas comitivas fueron escoltadas por las policías locales y Protección Civil y se unieron en Cangas, frente a la sede de Adicam en la Casa da Bola, poco antes del mediodía.
Entre los asistentes no faltaron autoridades como las alcaldesas de Cangas y Moaña –Victoria Portas y Leticia Santos– o el regidor de Bueu, Félix Juncal, así como numerosos concejales de las tres corporaciones, entre ellos los moañeses Daniel Costas y María Ortega, la bueuesa Elena Estévez o la canguesa Dolores Hermelo, que realizó a pie los trayectos de ida hasta Bueu y de regreso a Cangas. La función de los paraguas fue prácticamente nula debido a los fuertes aguaceros y vientos racheados, por lo que el agua caló hasta la piel de la gran mayoría de participantes.
“¡Miralá, miralá, miralá, miralá. Aquí está, aquí está viendo pasar el tiempo: la marcha de Adicam!”, coreaba la multitud procedente de Moaña en su entrada a Cangas por Rodeira, entonando la canción con la música de la conocida “La puerta de Alcalá”, en uno de los escasos momentos en los que el temporal dio una tregua. “Mucho más duro que esto es luchar contra la enfermedad, pero también mucho más llevadero si no lo afrontamos solas”, proclamaba una de las mujeres más activas del grupo. “¡No se nos pone nada por delante!”, rubricaba Julia, con un lazo en el pecho y la cabeza cubierta con un pañuelo color rosa.
Llegadas al punto de reunión, las directivas de Adicam leyeron un manifiesto, resumido, pues un nuevo chubasco obligó poco después a poner punto y final a la mañana solidaria y de reivindicación. El discurso final comenzó reiterando el “compromiso con un sistema de salud de gestión pública y de carácter universal”. Entiende, el colectivo convocante, que los programas de detección precoz del cáncer de mama promovidos por el Sergas son esenciales para poder superar la enfermedad.
Además de exigir más fondos para la investigación y el acceso a la innovación médica, Adicam hizo hincapié en la importancia de avanzar en “la medicina individualizada de precisión, porque no todas las personas son iguales y no pueden ser iguales todas las terapias”. Las prioridades sobre las que trabaja Adicam se centran en el número creciente de mujeres jóvenes con cáncer de mama y en paliar los efectos adversos y las consecuencias que esta enfermedad tiene en el ámbito familiar y laboral.
La multitudinaria marcha por las arterias de la comarca morracense sirvió, además, para reclamar el “derecho a una segunda opinión médica” y reivindicaciones ya históricas como la asistencia psicosocial, una gestión eficaz de las listas de espera, cuidados paliativos para las pacientes en fases muy avanzadas del cáncer o evaluar los riesgos de las mujeres susceptibles de presentar síndrome hereditario de cáncer.
