La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda de la Xunta de Galicia concedió ayer, por tercer año consecutivo, la distinción “Bandeira Verde” al Concello de Moaña. Esta administración es, junto con Porto do Son, la única de toda la comunidad que mantiene el galardón desde su creación. Para lograr la renovación el concejal Odilo Barreiro presentó hasta 13 acciones sostenibles emprendidas en los últimos tiempos. Todas ellas fueron aceptadas. Moaña que es el único concello de la provincia de Pontevedra con “Bandeira Verde” pasó ampliamente el requisito mínimo de seis iniciativas para aspirar a renovar el reconocimiento.
Barreiro presentó el programa de gestión de residuos orgánicos mediante compostaje a través del plan Revitaliza de la Diputación, así como la estrategia de gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, con tres cajas en donde los vecinos pueden depositar sus cargadores, cables, pilas, baterías, móviles y tablets. Las otras acciones propuestas pasan por el plan de movilidad urbana que persigue reducir el uso del vehículo privado, a medio plazo, de un 90,4 a un 70,3% de los vecinos de Moaña, aumentando los trayectos a pie y el transporte público.
Otra de las medidas valoradas por la Consellería de Medio Ambiente es la mejora de la eficiencia energética gracias a la sustitución, en los últimos dos años, de todos los puntos de luz exterior por tecnología Led de bajo consumo. A esto se suman las instalaciones de paneles solares e iluminación Led en el campo de fútbol de O Casal y en los pabellones deportivos de O Rosal, Domaio y Reibón.
Dentro de las acciones de sensibilización y comunicación en materia medioambiental se valoraron las formaciones sobre compostaje doméstico individual y compostaje comunitario, así como las charlas en los colegios para sensibilizar a los estudiantes.
Este año fueron 16 los concellos que lograron la Bandeira Verde. En 2021 lo habían logrado nueve y en la primera edición solo dos.
Odilo Barreiro considera “una satisfacción recibir este galardón por tercer año seguido, porque reconoce el trabajo y esfuerzo que se está desarrollando en materia medioambiental, urbanística, de movilidad y protección del paisaje”. Manifestó, sin embargo, ser consciente “de que todo lo que se hace en este campo nunca es suficiente”, pero entiende el premio como un “impulso” para seguir con políticas ambientales.
