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Tímido arranque de la exportación de mejillón desde Domaio al reabrir dos polígonos

La remisión de la toxina permite la venta de unos 5.000 kilos al día desde el martes | El grueso de los viveros sigue cerrado

Uno de los palés cargados para exportar esta semana en el muelle de Domaio. | GONZALO NÚÑEZ

El episodio de toxina paralizante que a finales del mes de agosto frenó en seco el inicio de la campaña de exportación de mejillón a Francia e Italia desde los muelles moañeses de A Mosqueira y Domaio empieza a remitir. El martes los biólogos del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) permitieron la reapertura del polígono Redondela B y ayer del Redondela C, ambos en la ensenada de San Simón. Esto permitió al sector mejillonero un tímido arranque de la salida de molusco al extranjero, con actividad en los muelles de San Adrián (Vilaboa) y Domaio. En el segundo puerto, el martes y el miércoles salieron unos cinco palés al día en camiones de pequeño tamaño que se juntaron a los descargados en la ría de Arousa en su camino al extranjero. La semana, por lo tanto, comenzó con entre 4.000 y 5.000 kilos de exportación diaria. En A Mosqueira, de momento, la actividad sigue siendo muy baja con los trabajadores del sector centrándose en reparcar en sacos el producto para evitar desprendimientos y poder ponerlo en el mercado de forma rápida en cuanto reabran más polígonos.

La dársena de A Mosqueira, sin apenas actividad. | GONZALO NÚÑEZ

Son ya más de tres semanas con los viveros situados frente a Meira y Moaña cerrados, que se sumaron a los de Liméns y Nerga que no están operativos desde el comienzo del mes de julio. La alta temperatura de las aguas en verano y el repunte de estos días, con 22 grados en la ría, pone en peligro el mejillón al registrarse más desprendimientos. Desde el sector, sin embargo, esperan que la toxina siga remitiendo y en los próximos días puedan poner a la venta el producto de más polígonos.

Varios propietarios de bateas explicaron, con los cierres de finales de agosto, que la campaña había comenzado antes de lo previsto, por el buen tamaño del mejillón, y aventuraban un gran final de verano en ventas, pero todo se truncó por la toxina.

Aprovecharon también estas semanas para acometer reparaciones y puestas a punto en los barcos y para actuaciones como la revisión de la báscula de pesado de camiones en el muelle de A Mosqueira.

Más complicada está la situación del sector en las rías de Aldán y de Pontevedra. Los productores con su puerto base en Bueu no pueden extraer bivalvo desde el 22 de junio, perdiendo el trabajo de todo el verano. Los de Aldán tienen un polígono cerrado desde el 17 de junio y otro desde el 5 de julio.

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