Las obras para humanizar la calle Curros Enríquez, paralela a los Xardíns do Concello de Moaña y que conecta la carretera general (PO-551) con el barrio residencial de O Rosal comenzaron a mediados del mes de enero y todavía no finalizaron. El principal problema es que desde el mes de junio los trabajos están paralizados debido a un modificado del proyecto y al retraso de la compañía de electricidad para canalizar y soterrar todo el cableado de la vía. El hecho de que la zona lleve meses sin operarios pero con la maquinaria y parte de la nueva acera levantada hizo levantar las quejas de vecinos del entorno. El concejal de Urbanismo, Odilo Barreiro, sin embargo, señala que cuando pararon los trabajos quedó abierto el paso de los coches en sentido ascendente, como siempre, por lo que no se entorpece la circulación.
El principal problema es que la compañía eléctrica no tramitó los permisos para la canalización del cableado según el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) vigente, sino siguiendo las normas urbanísticas generales que regían anteriormente y que le exigió nuevos informes sectoriales de Augas de Galicia y de otros organismos, paralizando así todo el trabajo.
La intención del Concello es aprobar el modificado de obra en junta local de gobierno este mismo mes. Una vez que se retomen los trabajos deben quedar listos en solo tres semanas si las condiciones del tiempo lo permiten.
El portavoz del PP moañés, Vicente Verdeal, también elevó su voz en tono de crítica por esta paralización de las obras asegurando que “es habitual en Moaña que comiencen obras y se queden sin terminar por distintas deficiencias”.
Además de atajar el mal estado que presentaba el firme de la calle Curros Enríquez, el bipartito inició esta reforma para ganar más de 1.000 metros cuadrados de superficie peatonal. La empresa encargada de su ejecución es Servicios Medioambientales del Miño SL y la administración local invierte en la actuación 253.937 euros. El modificado de los trabajos cambió las partidas pero no incrementó el coste. La financiación cuenta con una subvención del Plan Concellos y de la Red Ágora de la Diputación de Pontevedra.
Aguas
La parte de la obra que está ya ejecutada incluyó la renovación de la red de saneamiento, cuyo mal estado generaba graves problemas en la propiedad de un vecino de la zona.