Vía libre para la sala de interpretación del Bueu Romano. La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia remitió ayer al Concello la autorización para acometer el acondicionamiento de la sala arqueológica de Pescadoira, en un proyecto que consta de dos fases y que tiene un presupuesto de 272.000 euros, financiados entre la Consellería de Cultura y el propio Concello. El documento da luz verde a una actuación que el ejecutivo local espera tener adjudicada en el próximo mes de octubre y finalizada en su primera fase a mediados de diciembre, a fin de justificar la primera anualidad de la subvención.
La primera fase de los trabajos es la que se lleva el grueso de la inversión, unos 200.000 euros, que irán destinados a la obra de adaptación tanto del espacio cubierto como del exterior para habilitar la recepción de visitantes, un área didáctica y una sala de audiovisuales, pero también a una excavación arqueológica “en las áreas no intervenidas hasta el momento”, tal y como contempla el documento remitido por Patrimonio. Insiste el departamento de la Consellería de Cultura en que el proceso de obra debe desarrollarse de forma gradual para no dañar el yacimiento, y desde el concello buenense es el propio alcalde, Félix Juncal, el que apunta que esta parte de los trabajos es “fundamental, porque será a raíz de ella cuando se tomen las conclusiones finales que permitan definir la segunda fase, la de la musealización”. Esta fase contará con una inversión de aproximadamente 72.000 euros.
Dentro de los requisitos que pide Patrimonio –y que se han incluido en el documento final– está la redacción de un proyecto para la estabilización y conservación del yacimiento a largo plazo, y en especial al horno, así como la elaboración de una planimetría realista de las estructuras conservadas. Y, por supuesto, el control arqueológico de todas las obras de adecuación del espacio a su uso como aula de interpretación.
La sala arqueológica contará con una superficie de unos 550 metros cuadrados y permitirá poner en valor y exponer los valiosos restos romanos hallados en las excavaciones que se hicieron en la zona desde el año 2000, y que cuenta como principal atracción un horno alfarero.
