El Concello de Bueu ha entregado a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural el proyecto de intervención arqueológica para poder acometer la obra del “Bueu Romano”, que consistirá en la creación de una sala museística en Pescadoira para albergar los restos romanos hallados en las excavaciones realizadas en la zona a partir del año 2000. La actuación se dividirá en dos fases para poder atender los requerimientos del departamento autonómico, que reclamaba un exhaustivo control arqueológico de la zona. La autorización de Patrimonio es obligatoria para poder licitar y ejecutar el proyecto y desde el Concello de Bueu se contrató a la empresa Anta de Moura para que se encargase de esa intervención arqueológica.
Los trabajos deben incluir la limpieza del terreno al aire libre anexo a la sala y la retirada de la vegetación; una excavación en los lugares en los que hasta la fecha no se había intervenido y que se podrían ver afectados por las obras de la sala; un diagnóstico del estado actual de los elementos protegidos y un proyecto para su estabilización y conservación, en especial para el caso del horno romano; se debe prever la posibilidad de encontrar nuevos elementos a conservar en esos puntos de excavación; y un control de todas las obras que se realicen en este entorno, en especial los movimientos de tierra, el uso de maquinaria, el almacenamiento de material y el tránsito del personal.
Lo que se pretende es desarrollar la “Sala do Bueu Romano” en dos fases. La primera se centrará en los aspectos puramente constructivos y de acondicionamiento del museo arqueológico, siempre bajo la supervisión del citado control arqueológico. La segunda fase estará orientada a la elaboración de un proyecto museológico, que incluirá la puesta en valor de los restos hallados y el diseño de los contenidos museográficos. “En resumen, en la primera parte se actuará sobre el continente y en la segunda sobre el contenido”, explican el alcalde, Félix Juncal, y el concejal de Patrimonio, Alberto Moital. No tendría sentido elaborar el discurso museológico y los paneles antes de que se realice la excavación e intervención arqueológica, que podría sacar a la luz nuevos restos de interés.
Además, el objetivo es que todo este trabajo arqueológico y de recuperación de los restos romanos se incorpore al contenido expositivo de la sala museística para que la población y los visitantes puedan valorarlo. “De esta manera podrían contemplar y aprender como se lleva a cabo la restauración y consolidación de los restos. Y, al mismo tiempo, la sala mostrará entre sus fondos los hallazgos y las descripciones de los trabajos realizados en ese momento”, se explica en el informe para justificar las dos fases del proyecto.
El local que albergará la “Sala do Bueu Romano” está situado en el bajo de un edificio que forma parte de la urbanización de Pescadoira. Consta de un espacio interior y otro exterior a modo de patio, que es en el que se conservan la mayor parte de restos arqueológicos. Unos restos que pertenecen a una antigua fábrica de salazones de época romana. La superficie total, entre la zona interior y externa es de unos 550 metros cuadrados.
La creación de este espacio para albergar los restos romanos hallados en las excavaciones de Pescadoira será posible gracias al convenio de colaboración entre la Consellería de Cultura y el Concello de Bueu, que asciende a 275.000 euros. La Xunta aportará el 80% y el consistorio el 20% restante.
Transferencia de crédito y uso de remanentes
El gobierno local de Bueu llevará al próximo pleno de septiembre una propuesta de transferencia de crédito vinculada a la “Sala do Bueu Romano”. En los presupuestos municipales de este año había una partida presupuestaria de 42.500 euros para esta obra. Pero ese crédito se trasladará a otra obra, consistente en la pavimentación de una camino entre Montemogos y Area de Bon. Una transferencia que no afectará al proyecto de la sala arqueológica.
Desde la Alcaldía explican que el pavimentado forma parte de una subvención del plan marco con Agader, con un presupuesto de 58.500 euros y a ejecutar entre 2022 y 2023. El problema es la “imposibilidad” de tramitar ese contrato con carácter plurianual, lo que obliga al ayuntamiento a anticipar la anualidad correspondiente al ejercicio 2023. Para poder afrontar la obra y justificarla a tiempo –debe estar concluida antes de fin de año– se transferirá el crédito previsto para la sala arqueológica a este proyecto de pavimentado, lo que a su vez requiere una modificación del presupuesto municipal porque son partidas de diferentes capítulos. “Este cambio no afectará al plan del Bueu Romano porque la aportación municipal se cubrirá a través de los remanentes del Plan Concellos”, explican desde la Alcaldía.
