Lo ocurrido en el incendio de Meira pone en evidencia la importancia de la limpieza de las franjas de 50 metros junto a los núcleos urbanos de población, que tienen que estar desbrozadas y limpias de pinos y eucaliptos. El concejal de Medio Ambiente de Moaña, Odilo Barreiro (BNG), reconoce la dificultad por parte del Concello para hacer cumplir esta normativa y comprende que no se le puede exigir a los vecinos cuando la propia administración la incumple, como es el caso de la Consellería de Infraestructuras, y se ha visto en este incendio, con una franja junto a la carretera que debía estar limpia y está llena de pinos y eucaliptos.
Moaña tiene delimitadas las franjas de protección en su Plan de defensa contra incendios. Barreiro señala que todos los años el Concello publica un bando en el que informa a los vecinos que antes del 30 de mayo tienen que limpiarlas. Sin embargo -dice- que mucha gente no está enterada de esa obligación. Asegura que desde el Concello se emiten cada año cientos de notificaciones de limpieza de fincas por denuncias directas que se presentan, aunque el problema es que la tramitación es larga y la ley muy garantista, ya que hay que cumplir plazos de recurso, alegaciones, segundas notificaciones y llegar a la sanción es complejo. En el caso de Moaña también se da el problema de que el monte no está catastrado y es difícil determinar quiénes son los propietarios, si se ha vendido, transmitido por herencia…
De las 20 hectáreas que ardieron en Meira, al menos la mitad son comunales y la otra de diferentes propietarios.
Odilo Barreiro entiende que debería haber un proceso más simplista por parte de la consellería que permitiera emitir órdenes de sanción directa, aun así, dice que se sanciona y este año habrá muchas “porque no podemos seguir así”. Entiende también que las franjas de limpieza deberían ser mayores y aunque critica la falta de limpieza de las franjas ue son competencia de Infraestructuras en las carretras, no se queja de lo que fue la extinción del incendio: “Lo hicieron maravillosamente bien. Nuestros conductores de la motobomba estaban fuera de servicio y acudieron de forma voluntaria trabajando a tres turnos sin descanso”. Lo que pide Barreiro es un cambio de política forestal a nivel de todo el país.
Por lo que respecta a las causas del incendio siguen la investigación. Todo apunta a esa chispa que saltó en unos trabajos de desbroce. El Concello ya descartó que fueran suyos. Será medio Rural quien lo determine. Ayer se barajaba que fueran de la Comunidad de Montes o también de la compañía eléctrica.
El incendio afectó a los comuneros con un lote de madera talada que tenían apilada en Lourido para vender y que ahora valdrá a otro precio. Desde la comunidad destacan la labor del capataz de la Comunidad de Moaña que fue el primero en llegar con la cisterna a Lourido para frenar el fuego. La de Meira carece de tractor, tanqueta y cisterna.
