La Mancomunidade de Concellos do Morrazo nació, y debe servir, más que para gestionar la recogida y tratamiento de residuos, única función que tiene ahora encomendada. La concejala del PP Dolores Hermelo apuesta por revitalizar el ente comarcal desde el ámbito de la cultura, el turismo y los valores naturales, y cree que el “roteiro” ecológico sería un buen punto de partida en esa dirección. Y ha empezado a dar pasos por la vía institucional presentando una moción al pleno de Cangas instando a la Mancomunidade a “retomar los trabajos de mantenimiento y conservación” de la eco-ruta y dotarlo de partida presupuestaria que “acredite el compromiso de los concellos”. También pide que se abra una vía de diálogo con las comunidades de montes y otros colectivos implicados para elaborar un “plan de trabajo” con esa finalidad.
Recuerda Hermelo que en torno a 1998 los responsables de la Mancomunidade decidieron poner en marcha un “roteiro” que vertebrase los principales puntos de interés natural de la comarca. Se diseñó un trazado de 84 kilómetros atravesando Bueu, Cangas, Marín y Moaña. En 2001, la Mancomunidade asumió el mantenimiento y se barajó que cada concello se encargase de tener en buenas condiciones los tramos del trazado que cruzasen su término municipal.
La “eco-ruta” fue financiada con fondos europeos en un 70% de su coste (160 millones de pesetas, en torno a un millón de euros), y cada uno de los concellos dedicó partidas para recuperar y acondicionar zonas degradadas, recuerda la concejala popular, y añade que, aunque Marín abandonó la Mancomunidade por diferencias en su gestión y la construcción del Corredor do Morrazo cortó el trazado en varios puntos, la idea de poner en valor el “inmenso tesoro natural” que alberga la comarca sigue plenamente vigente y lo que hay es que adaptarla a las circunstancias y a la nueva realidad con voluntad política y participación social.
Dolores Herrmelo incide en que no se debe aparcar definitivamente esa iniciativa ni dar por perdido el dinero invertido en su día, ni confirmar que la Mancomunidade es un ente que solo sirve para gestionar los residuos, “abandonando su labor como motor económico y turístico que también debería tener”. ”Tenemos un gran patrimonio común que, por inacción, estamos condenando al abandono”, reflexiona.
