Una llamada vecinal alertando de un conato de incendio en el pazo de Vista Alegre, en la parroquia canguesa de Aldán, movilizó ayer de madrugada a los efectivos del Grupo Municipal de Emerxencias-Protección Civil de Cangas, Policía Local y a un agente del distrito forestal XIX (Caldas-Salnés), que pudieron atajar el fuego antes de que se extendiera por la maleza que rodea el inmueble. El suceso ocurrió alrededor de la una de la madrugada, y la rápida respuesta vecinal y de los medios de emergencias impidió que se propagara por toda la finca, tomada por la maleza y los matorrales.
Residentes en la zona se quejan del estado de abandono en que se encuentra la propiedad y alertan del grave riesgo de incendios, que se pueden extender al entorno y al núcleo habitado. Las altas temperaturas y la ausencia de lluvias derivan en una mayor sequedad de la vegetación y aumenta su poder de combustión. Los vecinos vuelven a pedir al Concello de Cangas y a cualquier otra administración implicada que tomen cartas en el asunto antes de que haya que lamentar daños mayores.
Otros incidentes
No es la primera vez que se producen incidentes en esta finca, con una superficie aproximada de 70.000 metros cuadrados donde se levantó en el siglo VIII una torre de vigilancia sobre la ría de Aldán y actualmente se asienta el pazo de Vista Alegre, de 906 metros construidos, que data del siglo XV y fue completamente reformado en el XVIII. Estuvo habitado por María del Mar Bequiristain, viuda de Ramón Gil González de Careaga, hasta el año 2009, pero murieron sin descendencia y la herencia ha sufrido varios saqueos. Uno de ellos, el robo de siete puertas realizadas en maderas nobles, en febrero de 2016, cuyo autor intentó venderlas en un portal de internet y fue detenido tras descubrirse el expolio.
