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Lago Paganini se dota de la mayor central fotovoltaica de la comarca, con 400 paneles

La instalación puede generar 180 kilowatios y supone una inversión de 160.000 euros - Equivale a 100 toneladas menos de emisiones de CO2 o a 300 barriles de petróleo al año

El campo fotovoltaico instalado en la cubierta de Lago Paganini, con 400 placas.

La conservera Lago Paganini tendrá operativo en breve el mayor campo fotovoltaico de O Morrazo, con 400 paneles con una capacidad para generar 184 kilowatios. Una inversión con la que la empresa quiere ahorrar costes energéticos y contribuir a ralentizar y minorar el cambio climático. La empresa trasladó su producción en septiembre del año pasado a su nueva nave, en el polígono industrial de Castiñeiras (Bueu), y en los últimos meses ha acelerado su proyecto hacia una energía más limpia, renovable y con menos emisiones de CO2.

La comarca de O Morrazo cuenta, según los datos del último balance del Instituto Enerxético de Galicia (Inega), con ocho centrales fotovoltaicas con potencias que oscilan entre los 1,02 y los 50 kilowatios. La mayoría son de particulares, aunque también destaca la que tiene la Cofradía de Bueu en el edificio de la lonja o la de La Moa Solar Fotolvoltaica en Moaña. A esa lista se unirá ahora la de Lago Paganini, que será de largo la de mayor potencia. A pocos metros está también la del astillero Nodosa, que ocupa una gran parte de su cubierta, aunque sus datos de momento no figuran en el balance del Inega.

Otra vista del campo fotovoltaico de Lago Paganini en la fábrica de Bueu.

Con el traslado a Castiñeiras y el estreno de la nueva fábrica, desde la dirección de Lago Paganini aseguran que tuvieron claro que una de las prioridades era apostar por las energías renovables. “La mejor alternativa era la fotovoltaica porque es limpia, ilimitada y se genera a través de la radiación solar”, explican desde la empresa. Una apuesta en la que se combina la necesidad del ahorro energético con el cuidado al medio ambiente. “Somos una empresa centenaria, que sabemos lo importante que es mantener y cuidar nuestro entorno”, aseguran.

El proyecto ha sido elaborado por Riobó Consulting Ingeniería, una empresa tiene su sede en Pontevedra pero que tiene raíces en la propia localidad de Bueu. La inversión supera los 160.000 euros y ha supuesto cubrir la cubierta de la fábrica con 400 paneles fotovoltaicos, que cubren más del 80% de la superficie. Esas placas captarán la radiación solar y a través de dos inversores se convertirá la corriente continua en alterna, que se destinará íntegramente para autoconsumo en la propia factoría.

El interior de la fábrica de Lago Paganini en Castiñeiras.

La previsión es que la puesta en marcha de este campo fotovoltaico pueda suponer un ahorro de hasta el 40% en la factura eléctrica. “No es solo el ahorro, sino los efectos sobre el medio ambiente. La energía limpia que se podrá generar a través de estas placas equivale a reducir en 100 toneladas anuales las emisiones de CO2 a la atmósfera o a 300 barriles de petróleo menos al año”, explican desde Lago Paganini.

La empresa apostó fuerte por construir una nueva fábrica en Bueu que le permite mantener y aumentar el nivel de empleo. En esa apuesta una de las líneas principales era precisamente la energía. El proyecto de dotarse de un campo fotovoltaico llevaba analizándose desde hace meses y finalmente se decidió acelerar su implantación debido a los altos costes de la electricidad.

La actividad de la conservera implica la utilización de gran cantidad de máquinas y algunas de ellas, como la frigorífica y la de congelación, deben estar operativas las 24 horas del día. Los estudios indican que las horas en las que los campos fotovoltaicos son más eficientes van desde las 12.00 hasta las 16.00 horas, debido a la posición del sol y el nivel de radiación. Una franja horaria que precisamente coincide con los tramos en los que la electricidad resulta más cara. “Va a suponer un ahorro importante, incluso durante los meses de invierno”, confían desde esta centenaria conservera.

La empresa está a punto de cumplir un año en Castiñeiras. Gonzalo Núñez

Recuperar la inversión en un plazo de 4 años

La nueva fábrica en Bueu supuso una inversión por encima de los 3 millones de euros, a los que ahora se suman los 160.000 de este campo fotovoltaico. “Los cálculos apuntan que la inversión realizada en las placas se podría recuperar en un plazo de cuatro años”, explican desde la empresa. Una obra que aseguran que dista de ser faraónica. “Los trabajos van muy rápido y no han interferido con la actividad de la fábrica”, añaden.

Una rapidez que contrasta con la lentitud burocrática que se ha encontrado la conservera para poder dar de alta su línea de suministro eléctrico. De hecho, hasta hace unas semanas la energía se suministraba con un generador a combustible. Lago Paganini se trasladó a Castiñeiras hace un año y la fábrica incluye una tienda en la que poder comprar sus productos, que se une a la que ya funcionaba en la calle Félix Soage, en Cangas.

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