El año 2021, el segundo de la pandemia, dejó datos positivos en materia de creación de empleo en O Morrazo, pero la crisis se notó en aspectos alarmantes. Uno de ellos es el de la salida de vecinos en edad laboral, recuperándose niveles de emigración desde O Morrazo a fuera de Galicia e incluso de España similares a los que se contabilizaban durante la crisis económica de la pasada década. En concreto fueron 676 los morracenses que dejaron la comarca para salir de las fronteras gallegas, 444 para labrarse un futuro en otra comunidad autónoma y 232 para probar suerte en el extranjero. La cara positiva es que los que llegan son más, con 897 inmigrantes externos el pasado ejercicio, números por encima del año de la crisis sanitaria, en 2020 (787 inmigrantes) pero todavía lejos de ejercicios anteriores a la pandemia, pues en 2019 llegaron de fuera de Galicia 959 personas. En concreto, se asentaron en O Morrazo 548 nuevos vecinos procedentes de otras regiones españolas y 349 llegados desde el extranjero.
En cuanto a los morracenses que hicieron las maletas, otros 1.416 salieron de la comarca para asentarse en otras localidades de la provincia. Pero el peor dato de los que partieron para fuera de Galicia es que la inmensa mayoría se encuentran en una edad laboral activa, lo que demuestra una vez más los problemas estructurales del marcado laboral de O Morrazo, con un peso enorme del sector servicios vinculado sobre todo a contratos durante las temporadas altas de vacaciones.
En concreto dejaron Galicia, a lo largo de 2021, 514 morracenses con una edad comprendida entre los 16 y los 54 años y si se tiene en cuenta a los jóvenes que todavía no están en edad laboral, son 247 los menores de 30 años que partieron de O Morrazo para irse fuera de la comunidad a lo largo del segundo año de pandemia, según recogen los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE).
De la fuerza laboral entre 16 y 54 años, hasta 344 personas se asentaron en otras comunidades autónomas y 170 se fueron al extranjero. La inmensa mayoría de los que cruzaron una frontera superan los 30 años y buscan una nueva oportunidad de prosperar fuera de España.
Por municipios, Marín es el que perdió a más vecinos que se fueron de Galicia. En concreto a 333, con una proporción cercana al 50% entre quienes se asientan fuera de España y aquellos que se fueron a otras zonas del Estado. En cuanto a Cangas, 186 vecinos optaron por la emigración externa, de los que 143 se fueron a otras regiones españolas y 43 al extranjero.
Le sigue Moaña, con 93 vecinos que abandonaron Galicia en 2021. La inmensa mayoría, hasta 80, siguen viviendo en España y 18 se fueron del país. En Bueu fueron 59 los que se convirtieron en emigrantes externos y solo 11 de ellos se fueron al extranjero.
El saldo migratorio, de todas formas, es positivo para O Morrazo con 117 extranjeros más asentándose en la zona de los que se van fuera de España. También llegan más vecinos de otras regiones de España de los que se van, con un saldo positivo de 104 y hasta se asentaron en la zona 76 vecinos más de otras localidades de la provincia de los que se fueron. Esta cifra, sin embargo, cayó mucho con respecto a la de 2020, cuando se constató una gran demanda de ciudadanos de Vigo o Pontevedra que buscaban una residencia unifamiliar con jardín en zonas menos urbanas como O Morrazo para evitar encierros duros en el caso de nuevos confinamientos como el vivido por la pandemia de COVID-19 en la primavera de hace dos años.
Son 349 los extranjeros que optaron por convertirse en nuevos vecinos de O Morrazo en el último año
La inmigración crece igual que la emigración en O Morrazo, aunque los que llegan todavía no alcanzan las cifras registradas antes del pandemia y la población extranjera que reside en la comarca sigue representando un porcentaje casi residual, al contrario que en otras zonas de España. En total, en el año 2021 la emigración externa fue de 897, de los que 548 llegaron de otras regiones españolas y 349 del extranjero. Eso sí, atendiendo a las edades, solo 222 ciudadanos de otros países en una edad laboral activa optaron por O Morrazo para vivir y trabajar. Lo mismo hicieron otros 384 de otras comunidades autónomas. La fuerza laboral extranjera busca en O Morrazo empleos como la pesca de altura, como quedó reflejado en la tragedia del buque “Villa de Pitanxo”, en donde perdieron la vida dos ciudadanos peruanos afincados en Cangas con sus familias y que trabajaban en este sector contribuyendo así a la mejora de la economía local. Marín es la villa que más extranjeros recibió, con un total de 154, seguida de cerca por Cangas con 107. Más lejos se sitúa Moaña, a donde arribaron 59 en 2021. En Bueu, a lo largo del último año, se asentaron solo 29 vecinos llegados de fuera de España.
