La Bienal Arte no Morrazo acaba de clausurar su vigésimo cuarta edición. Una edición que en realidad fue trienal por culpa de los efectos de la pandemia del COVID-19 ya que la actual tenía que haberse celebrado en 2021. La gala de clausura sirvió para dar a conocer los nombres de los ganadores de este año, unos reconocimientos repartidos por toda la geografía española: Vicente Gómez (Valencia), Richard García (Madrid), Jesús Martín Talón “Talonzín” (natural de Salamanca y residente en Badajoz) y el vigués Alberto Ardid. El certamen cangués reparte un total de 12.000 euros en premios, entre los que se incluye una beca de formación.
La edición de este año contó con un total de 40 piezas, de las que 24 eran pinturas y 15 esculturas o instalaciones. El esperado regreso de Arte no Morrazo después del parón que supuso la pandemia es fruto de la colaboración del Concello de Cangas y la empresa Frigoríficos del Morrazo, que con su aportación a este certamen se consolida como uno de los principales mecenas artísticos de la comarca. Una contribución que reconoció y agradeció en su discurso la alcaldesa de Cangas, Victoria Portas, que destacó que la empresa “no es solo un motor económico, sino también a nivel deportivo y cultural”.
Los tres premios Arte no Morrazo, dotados con 3.000 euros, son para “Sombra de una cacofonía”, una pintura de polvo de grafito y acrílico sobre lienzo de Vicente Gómez Pérez; “One way”, un llamativo cuadro de Richard García con grafito, acrílico, tintas, rotulador y spray; y el espectacular óleo sobre lienzo “Campos ilógicos” de Talonzín. Las pinturas de Vicente Gómez y Talonzín pasarán a formar parte de los fondos de Frigoríficos del Morrazo, mientras que “One way” de Richard García se integrará en la colección del Concello de Cangas.
La nómina de premiados de este año se completa con una beca de formación de 3.000 euros en la Facultade de Belas Artes de Pontevedra –de la Universidade de Vigo–, que será para Alberto Ardid, de Vigo, gracias a su obra “Coming soon”, una talla de cerámica cortada y ensamblada sobre dos piezas. De todos ellos, solo Talonzín y Alberto Ardid pudieron estar presentes ayer.
El jurado de la Bienal Arte no Morrazo estuvo presidido por la concejala de Cultura de Cangas, Aurora Prieto, y formaban parte del mismo el decano de Belas Artes, Xosé Manuel Buxán; el doctor en Historia del Arte, museólogo y arqueólogo Emilio Alfonso Fernández; el artista Xavier Ríos, que fue premiado en una edición anterior de Arte no Morrazo; y el gerente de Frigoríficos del Morrazo, Rubén Costoya. Además de los tres premios y la beca decidieron distinguir con una mención de honor a la moañesa Cristina Carvajal por el cuadro “Paisaxe dunar”, al cangués Moisés Iglesias por su pintura de técnica mixta “Relive, nº56” y a Guillermo Masedo (Madrid) por el cuadro “Y decíais que esta casa nunca sería un hogar VII” .
Este certamen artístico no sería posible sin el empeño y pasión del artista cangués Camilo Camaño, verdadero impulsor y alma de Arte no Morrazo. En su discurso de ayer reivindicó la expresión artística como un lenguaje universal y sin fronteras, pero sobre todo defendió la vigencia de su carácter utópico. “El arte debe tener intención de compromiso, debe ayudar a mejora la calidad de la convivencia y contribuir a un mundo en paz, un mundo más humano e igualitario”, sentenció.