La marcha reivindicativa partió de los jardines de Félix Soage tras una pancarta confeccionada con redes de pesca y el lema “un mar de diversidade”, avanzó por la avenida de Castelao e hizo escala frente a la casa consistorial para denunciar que las instituciones “son sordas, ciegas y lentas” para atender las demandas sociales y aplicar la legislación que las ampara. “No nos podemos permitir retroceder; así que, compañeros, ¡siempre adelante, ni un paso atrás!”, animó un portavoz de los convocantes, antes de retomar el paso hacia la Avenida de Marín y girar por la calle Baiona hacia el Casco Vello, donde la comitiva zigzagueó hasta llegar a la excolegiata y entonar ante su fachada algunos cantos críticos con la institución eclesiástica por sus acciones u omisiones.
“¡No somos ni pecado ni crimen!”, proclamaron, y acusaron a la Iglesia católica de “corrupta”, de no predicar con el ejemplo, de realizar o amparar abusos sexuales a menores y otras indecencias o delitos. Entre las decenas de participantes se encontraban representantes políticos como la alcaldesa, Victoria Portas, el también concejal de ACE en el gobierno local, Mariano Abalo, o los ediles Eugenio González (PSOE) y Lourdes Rial (BNG), así como varios excorporativos de Cangas y Bueu, entre otros. Muchos de ellos desfilaron envueltos en la bandera arcoiris que simboliza la diversidad y el orgullo de serlo.
Tras las proclamas en la excolegiata, la manifestación descendió por la Rúa Real y continuó su recorrido por otros espacios del Casco Vello hasta el Eirado do Costal, donde cogió rumbo hacia el punto de partida. Varias patrullas de la Policía Local se encargaron de cortar temporalmente o desviar el tráfico rodado en los tramos por donde avanzaba la marea multicolor, que recibió muestras de apoyo desde las terrazas de los establecimientos de hostelería, aunque fueron contadas las personas que respondieron a la invitación de integrarse en la comitiva.
La jornada de celebración y reivindicación del orgullo LGTBIQ+ concluyó en el lugar de inicio con varias de las personas convocantes subidas al palco para agradecer la participación, “por encima de las expectativas” en una tarde de sol y playa, y el acompañamiento de los músicos que amenizaron todo el recorrido. Insistieron en que ya no solo se reivindican los derechos de los homosexuales, como antaño, sino que la diversidad abarca también a bisexuales, transexuales y otras realidades socialmente más desconocidas y menos reconocidas o aceptadas, demandando especial atención a quienes tienen que enfrentarse a ella desde la infancia.
Los organizadores dieron por finalizada la movilización por el centro de Cangas, pero invitaron a trasladarse a un local de la playa de Rodeira para continuar la fiesta, ya sin hora límite.
