El investigador local de San Martiño Manuel Uxío García estudia desde hace tiempo los secretos que guardan los muros de la iglesia parroquial acudiendo, con otros investigadores, a lo que dejaron escrito los historiadores Ángel del Castillo e Isidro Bango Torviso sobre las inscripciones en latín, que todavía perduran. De la primera, fundacional, situada a la altura de la “porta do vendaval”, del Castillo únicamente pudo transcribir el año en el que fue consagrada, 1197. En lo que respecta al otro epígrafe, en el tímpano de la puerta principal, para relacionar a cuatro de las cinco imágenes esculpidas, Bango Torviso cita a San Martiño, San Emiliano y San Bricio, quedándole la duda sobre el cuarto, entre “ARAS, ABAS o ARIAS”. Del último que resta no describe nada, puesto que está sin nombrar en la inscripción.
Añade que después de que el catedrático de latín moañés Rodríguez Parada lograra transcribir y traducir al gallego, en su totalidad, el epigrama fundacional en el que, efectivamente, aparece el año 1197, continúa manifestando que la persona que mandó hacer el templo, ARIAS, lo hizo “para min e para todas as familias (da parroquia de S. Martiño de Moaña)”. Recuerda que Fernando Arias era un noble de la comarca de Ribadavia, familiar del rey de León y Galicia, Fernando II, de quien recibió la Heredad Real de Sabaceda por los servicios que le prestó en la guerra contra los moros. Según la opinión de este catedrático, era muy posible que en agradecimiento al monarca, mandase grabar su imagen en el tímpano.
Ante la imposibilidad de demostrarlo por el grave deterioro de la piedra debido a sus ocho siglos, el que fue correspondiente en O Morrazo del Museo de Pontevedra y miembro del Instituto Pai Sarmiento de Estudos Galegos, Antonio Costas Iglesias, sometió la totalidad de la portada románica a nuevas técnicas fotogramétricas, se dedicó expresamente a la figura sin nombre, consiguiendo, de esta manera, sacar a la luz a un personaje con vestimentas y corona real que no puede ser otro que el rey medieval Fernando II. El hallazgo permite admirar en la iglesia de San Martiño la imagen de un rey de Galicia, que además de favorecer a Moaña, también lo hizo con el puerto de Cangas, que de aquella dependía de Darbo; y con Meira.
La revelación de este trabajo por parte de Manuel Uxío fue un magnífico comienzo para la feria medieval que hoy abre su mercado, a partir de las 11:00, y ofrece juegos temáticos, exhibición de cetrería (13:30); “Xusta a cabalo” (19:00), la presentación del libro de Manuel Uxío y de José Benito García Parada “As orixes da parroquia milenaria de Moaña” (20:45) y el pregón, a las 21:30 a cargo de Anabel Budiño.