Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Presidente de profesión, motero de vocación

Alfonso Rueda participó en el acto de cierre de la concentración de Bueu, a la que acudió en la BMW que tiene desde hace siete años

Alfonso Rueda con la camiseta de la concentración que le regaló la organización. SANTOS ALVAREZ

La presencia de Alfonso Rueda fue la principal atracción en la jornada de clausura de la Concentración Motera de Bueu, una cita que reunió a más de 2.000 personas a lo largo de un fin de semana de protagonismo de las dos ruedas. Fiel a una de sus grandes pasiones, el presidente de la Xunta de Galicia llegó a lomos de su BMW con el delegado terrorial de Pontevedra, Luis López, de paquete y combatiendo como podía el intenso calor reinante. Y en la carpa de As Lagoas le esperaba una acogida igual de calurosa, aunque ya de una forma más metafórica.

Asiduo de Bueu –”Vengo muchos domingos en moto a comer por aquí”, reconoció– pero no de la Concentración de Moteros do Morrazo, a la que acudía por primera vez. Así se presentó Alfonso Rueda, montando su BMW de siete años de antigüedad y apurándose a despojarse de la cazadora que no parecía la prenda más adecuada en un día como el de ayer. Acalorado pidió un agua y la despachó con diligencia mientras recibía el cariño de los presentes. Los primeros en acercarse fueron los integrantes del grupo municipal del Partido Popular, que le dieron la bienvenida, pero tampoco faltó el grupo de gobierno con Félix Juncal a la cabeza con el que departió unos minutos de manera informal.

Alfonso Rueda, a su llegada a la carpa de As Lagoas en su moto. SANTOS ALVAREZ

Entre medias la organización lo agasajó con la camiseta oficial de la concentración y muchos de los presentes reclamaron al máximo dirigente autonómico para inmortalizar el momento en fotografías de grupo o selfies. Entre fotos, charlas y saludos Rueda –motero desde hace 25 años, según sus propias palabras– reponía fuerzas con más líquidos, algún sándwich y empanada antes de subirse al estrado a participar en la entrega de premios con la que se clausuró la edición de este año del evento.

Al presidente autonómico le tocó entregar dos de los recuerdos a las familias de los socios fallecidos en estos últimos años –la última edición de la concentración fue la de 2019–, Pablo Cental y Benito Eidón, y no dudó en posar junto al resto de autoridades con la camiseta de la concentración.

El presidente de la Xunta se hace un selfie con una asistente al evento. SANTOS ALVAREZ

Los otros socios homenajeados de manera póstuma fueron José Soage, Pablo Aneiros y Ramón Ruibal. Más alegres fueron los reconocimientos a la primera inscrita de la concentración, Zoe Menduiña, un bebé de escasos meses, o la inscrita más pequeña, Carlota Collazo, de solo uno. Moteros de Pardavila fueron el motoclub más numeroso y Juan José Mallén el motero llegado desde más lejos, de Teruel. El motero más veterano fue Manuel Muñiz. La prueba de decibelios se la llevó Andrés Rosales (con escape y sin escape) y la de motos lentas Fran García Soage.

Narcís Roca durante un momento de la exhibición de stunt en Ramón Bares. SANTOS ALVAREZ

Previamente a la llegada de Rueda los participantes en el evento ya habían hecho una ruta a Marín y habían podido disfrutar de las evoluciones de Narcís Roca, que ofreció una nueva exhibición de stunt en Ramón Bares, con acciones de tanta espectacularidad como un salto sobre cuatro voluntarios o el manejo de una moto sin rueda delantera. Y en la madrugada del domingo las calles de Bueu se iluminaron con la llamada ruta nocturna de las antorchas, con cientos de motos recorriendo el casco urbano en una de las estampas más clásicas de este evento.

Compartir el artículo

stats