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Una espectacular tormenta inunda de luz la madrugada y provoca daños en las vides

Imagen de madrugada con los rayos iluminando el centro emisor de telecomunicaciones del Monte Faro, entre las parroquias de Meira y Domaio Cortesía José Couso

Una espectacular tormenta con aparato eléctrico inundó de luz la noche del sábado y la madrugada del domingo en gran parte de Galicia, dejando llamativas imágenes. La Agencia Española de Meteorología (Aemet) en Galicia y MeteoGalicia contabilizaron casi 1.400 rayos y la mayor actividad tormentosa se concentró en el suroeste de la comunidad. Precisamente donde se encuentra la comarca de O Morrazo, en la que se pudieron ver estampas espectaculares, como los relámpagos en el entorno del centro emisor de telecomunicaciones del Monte Faro, entre las parroquias de Meira y Domaio. La combinación de aparato eléctrico, lluvia y vientos no provocó inundaciones ni desperfectos a simple vista, lo cual no quiere decir que no haya causado daños. Las más afectadas son las vides, que en apenas una semana se han enfrentado a una granizada y a fuertes ráfagas de viento.

“La tormenta del sábado anterior fue terrorífica y la de este fin de semana un drama. Esas rachas de viento seguro que rompieron muchos sarmientos en las viñas”, afirma el presidente de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Ribeiras do Morrazo, Guillermo Martínez. Los viticultores explican que el cultivo de la vid afronta entre los meses de mayo y junio uno de sus momentos más delicados. “Es el momento en el que la uva está en el proceso de purga, que viene a ser un cambio de piel y cuando se comienza a formar el grano”, explican. A ello se une el riesgo de la enfermedad del mildiu. “Este es un momento en el que los racimos y la uva están aún muy débiles y expuestos, por lo que cualquier cambio de temperatura o fenómeno meteorológico adverso puede resultar fatal”, explican desde la IXP Ribeiras do Morrazo.

Otra imagen de la tormenta en O Morrazo en la madrugada del sábado al domingo. Cortesía de José Couso

Por ahora los daños aún son difíciles de cuantificar, pero entienden que pudo afectar a entre el 10 y el 20% de la producción, una cifra que se considera que entra dentro de lo normal. “Son los riesgos de tener un cultivo que está expuesto a la intemperie”, explican.

A pesar de los daños los viticultores esperan que los daños finales sobre el global de la cosecha de este año 2022 sea limitado. “Las ráfagas de viento de este fin de semana no fueron constantes, sino que tuvieron carácter puntual y discontinuo. Sino, la situación aún hubiese sido peor”, explica Guillermo Martínez. Los viticultores están acostumbrados a tener que lidiar con los fenómenos meteorológicos, pero reconocen que es poco frecuente enfrentarse a dos tan seguidos como los de este mes de mayo: una fortísima granizada el sábado 14 y luego la tormenta de este fin de semana.

Los mapas publicados ayer por la Aemet en Galicia y MeteoGalicia reflejan a la perfección que toda la provincia de Pontevedra y el norte de Portugal fueron las zonas más afectadas por la caída de rayos. Durante la noche del sábado se contabilizaron 696 y durante la madrugada del domingo una cantidad casi idéntica, 692.

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