El VII Congreso Galego de Comunidades de Montes llenó ayer el centro cultural de Quintela con representantes de comuneros de toda Galicia y de otras entidades como la CIG y el Sindicato Labrego Galego. En sus discursos de apertura y antes de que se dividiesen en comisiones, los organizadores dejaron clara su postura contraria a la propuesta de nueva Lei de Montes que plantea la Consellería de Medio Rural. Hasta el punto de que el presidente de la organización gallega, Xosé Alfredo Pereira, llegó a acusar a la Xunta de buscar “un ataque frontal contra el monte vecinal”. Repasó otros momentos históricos que pusieron en riesgo esta figura, como la Constitución de Cádiz (1812) o las desamortizaciones de tierras (1835 y 1854 respectivamente). Entienden que la propuesta legislativa modifica el concepto de comunero, abriendo la puerta al poder de decisión de empresas interesadas en los montes. Además, alertan de que se acabaría con el régimen de propiedad germánica que caracteriza a estos montes.
En la misma línea se pronunciaron los representantes institucionales que acudieron a la inauguración. El diputado provincial Carlos Font (PSOE) y la alcaldesa de Moaña Leticia Santos (BNG) abrieron un frente de ataque contra el gobierno gallego por la propuesta de ley y prometieron defender en sus respectivos plenos la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que parte de la Organización Galega de Montes Veciñais para una Lei de Montes.
Carlos Font defendió que la propiedad comunal del monte “es garantía de conservación y sostenibilidad. Queremos que los montes gallegos sean espacios abiertos y reservas ambientales y culturales. Que sean gestionados por los vecinos que nacieron contemplándolos a diario”. Concluyó apelando a la historia y el presente de las comunidades de montes para concluir que “es necesario que tengáis futuro”.
La alcaldesa, Leticia Santos, destacó el “frente común y la colaboración de las tres comunidades de montes de Moaña con la administración local para protegernos de amenazas como los parques eólicos” y reclamó la defensa de esta figura como una contraposición “entre la colectividad y un mundo cada vez más individualista”.
El anfitrión del congreso es la Comunidade de Moaña. Por la tarde se celebró un acto conmemorativo por los 25 años de la organización gallega y para las 10.00 horas de hoy está prevista la lectura de las resoluciones pactadas entre todos los asistentes.
