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Tirán y Lapamán lloran a Domingo Villar

Domingo Villar –centro– durante la concurrida presentación de su novela en Moaña en julio de 2019. | S.A.

Era difícil pensar que tuviese un carácter premonitorio cuando se publicó, pero desgraciadamente “O último barco” ha quedado también como la última novela de Domingo Villar. Con la muerte del escritor vigués se va también su entrañable inspector Leo Caldas, al que el autor situó en dos ocasiones en O Morrazo. Primero en Bueu y Lapamán con “Ollos de auga”. Y finalmente en Tirán y Moaña, con la aclamada “O último barco”, un libro que sirvió para (re) descubrir la parroquia moañesa y para que el Concello de Moaña y la Asociación A Illa dos Ratos impulsasen una exitosa ruta guiada por sus escenarios y localizaciones. Así no es de extrañar que ayer en Moaña se llorase la muerte de Domingo Villar.

Ruta literaria por las localizaciones de la novela. | S.A.

Las redes sociales del Concello se llenaron de comentarios con condolencias a la familia y de pesar por el prematuro fallecimiento del autor. Centenares de personas recorrieron las localizaciones de la novela en unas rutas que todavía se siguen organizando. No en vano, los técnicos de turismo no ocultan que desde 2019 Tirán sufre un repunte de visitantes atraídos por Leo Caldas y su empeño en resolver el caso de la desaparición de Mónica Andrade, cuya vivienda sitúa cerca de la iglesia románica de San Xoán de Tirán.

La presentación de “O último barco” en Bueu, en el verano de 2019.

“Tirán era unha das pequenas parroquias mariñeiras da península do Morrazo, na marxe norte da ría. En liña recta, pouco máis de dúas millas de auga a separaban do porto de Vigo (...)”, relata el autor en una de las primeras páginas de su última novela. Además de recorrer los paisajes de la parroquia, describe joyas como “a pequena igrexa parroquial” que “ocupaba o centro dun adro, unha plataforma sobre o mar de piso empedrado que cerraba un muriño de medio metro de altura. Víase a ría e, na outra banda, a cidade de Vigo como un animal durmido ao bordo da auga”.

Las referencias a la playa de Videira, la terraza del restaurante Marusía, el barco del transporte de ría o incluso las enigmáticas rocas plutónicas de la costa de Tirán convirtieron a “O último barco” en todo un éxito de ventas en la villa y explican por qué la presentación de la novela en el salón de plenos fue un éxito sin precedentes en un evento cultural de este tipo.

“Caldas imaxinounos sentados naquela terraza colgada sobre a auga. A marea estaría case alta e, entre os listóns de madeira, poderían ver o mar baixo os pés”, relata Domingo Villar en uno de los pasajes en los que se refiere a la icónica terraza del Marusía sobre la playa de O Con. El autor era admirador del italiano Andrea Camilleri – creador del comisario Montalbano–, que solía introducir la gastronomía en sus novelas. Domingo Villar hacía lo propio a través de la Taberna Eligio, en Vigo, y en “O último barco” cita expresamente a la Taberna de O Jefe, en Cangas. En la adaptación cinematográfica de “A praia dos afogados”, la segunda novela de la trilogía, el ya fallecido actor moañés Celso Parada interpretaba precisamente al dueño del Eligio.

El Concello de Moaña, el autor y la Editorial Galaxia aprovecharon el tirón de la novela para imprimir una edición especial en septiembre de 2020, con 500 ejemplares que incluyen una portada personalizada centrada en Moaña y que la administración local utiliza desde entonces como regalo institucional. Es la última creación del gran best seller de la literatura gallega en los últimos años. Su nombre y el de Tirán quedarán unidos para siempre.

Otras de las rutas siguiendo los pasos de la novela. SANTOS ALVAREZ

En julio de 2019, en una entrevista para FARO, el propio Villar explicaba por qué pensó en Tirán para su novela. “Cada vez que vemos desde Vigo la costa de O Morrazo siempre vemos esas lenguas blancas de arena que son las playas de Tirán, pero que quedan un poco al margen del resto. Cuando la gente de Vigo va a las playas de O Morrazo piensa en Liméns, Melide, Barra o Aldán, mientras que Tirán queda olvidada pese a estar más cerca de la ciudad”.

Pero antes de Tirán estaba Bueu y Lapamán, donde transcurría parte de la investigación de “Ollos de auga”. Al inspector Leo Caldas le acompaña siempre su ayudante aragonés Rafael Estévez, que le sirve de contrapunto de humor y para reflejar el carácter gallego. Ese compañero brinda algunos de los momentos más hilarantes de las novelas. Como cuando llegan a la playa de Lapamán, de la que el aragonés dice “isto é o paraíso”, momentos antes de sumergirse en calzoncillos en sus frías aguas y salir igual de rápido... ¡por culpa de una faneca brava! Un suceso que luego da lugar a otra divertida escena en un bar de ambiente gay en Vigo.

Novelas de Domingo Villar en el escaparate de la Librería Miranda de Bueu.

El librero bueués Fernando Miranda recuerda con cariño a Domingo Villar y la multitudinaria presentación de “O último barco” en Bueu, con más de 250 personas en el Centro Social do Mar en el verano de 2019. “Fue muy generoso porque interrumpió sus vacaciones y vino a Bueu, lo que para mí era un sueño”, cuenta. A finales de 2021 el autor publicó “Algúns contos completos”, que sería su último libro. “En navidades nos sorprendió llamando él personalmente a la librería para ponerse a nuestra disposición por si queríamos organizar una presentación”, cuenta Miranda. Acordaron que el mejor momento sería en verano, pero desgraciadamente ya no podrá ser. El último mensaje que se cruzaron fue el 1 de mayo, con un “apertas”. “Es lo que más me duele, no poder darle un abrazo a esta gran persona”, lamenta el librero de Bueu.

La edil de Turismo de Moaña, Coral Ríos, en el litoral de Tirán.

“Nunca se lo podremos agradecer lo suficiente”

El Concello de Moaña, ayer en sus redes oficiales, publicaba el primer párrafo de “O último barco” y, con fotografías de Diego Seixo del día de la presentación de la novela, deseó el pésame a la familia y amigos del escritor. “Que el “escintileo do sol” continúe iluminando la literatura gallega. Gracias Domingo por tu obra”, se podía leer. La alcaldesa, Leticia Santos, lamentó a título personal el fallecimiento de “un buen hombre, que tuvo un trato exquisito con todas las personas que vinieron a la presentación de su libro. Eso demuestra su calidad humana desde la humildad y la generosidad”. La concejala de Turismo, Coral Ríos, fue unas de las artífices de la ruta literaria que guían los integrantes de A Illa dos Ratos. Reconoció ayer que “nunca le podremos agradecer lo suficiente” lo que hizo poniendo letras a los paisajes de Tirán. “Villar inventó el turismo literario por el magnífico trabajo de localización que hacía para escribir”, concluye la edil en una jornada teñida de negro para todos los amantes de la literatura gallega.

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