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Beatriz Postigo Marcos | Cirujana plástica en la Unidad de Mama del Hospital Ribera Salud-Povisa

“La reconstrucción mamaria es gratificante para las pacientes, vuelven a sentirse ellas”

La cirujana imparte una charla dentro del “Mes do Linfedema” de Adicam, en Cangas

La cirujana Beatriz Postigo. Fdv

La Asociación de Diagnosticad@s de Cáncer de Mama y Ginecológico de Cangas (Adicam) desarrolla durante mayo el “Mes do Linfedema”, con charlas y obradoiros en su sede de Cangas -y en Vigo y Pontevedra. Comenzó con un obradoiro de pautas generales sobre el linfedema en la Oficina Municipal de Distrito del casco vello en Vigo, al que siguió una charla sobre cuidados dentales durante y después del proceso oncológico, en la sede de la Casa da Bola en Cangas; y en Pontevedra sobre la importancia del ejercicio físico durante un proceso así El lunes, en Cangas, a las 18:00 horas, la cirujana plástica en la Unidad de Mama del Hospital Povisa de Vigo Beatriz Postigo abordará “La reconstrucción mamaraia, ¿en qué puede ayudar una consulta con el cirujano plástico?”

–Tenemos el concepto de la cirugía plástica como algo muy ligado a lo frívolo, orientada a la belleza, pero en el caso del cáncer de mama quizás sea, si no vital, de suma importancia para la recuperación psicológica de las pacientes .

–Así es, nuestra especialidad es una gran desconocida, pero la titulación es Cirugía plástica, estética y reparadora, no sólo nos dedicamos a mejorar el aspecto estético de nuestros pacientes si no a reconstruir zonas del cuerpo que han sufrido traumatismos graves, quemadura o donde se han extirpado tumores de gran tamaño. En la cirugía reconstructiva del cáncer de mama intentamos que las pacientes se sientan lo más cómodas posible con su cuerpo, reconstruyendo la mama extirpada o mejorando el aspecto de la mama después de extirpar el tumor.

–¿Cómo llegan a su consulta las mujeres con mastectomías y como salen tras ser intervenidas?

–Hay dos tipos de pacientes que llegan a nuestra consulta, por un lado a las que se les acaba de diagnosticar la enfermedad y acuden para valorar la reconstrucción inmediata y por otro lado las pacientes que ya han sido operadas y quieren reconstruir la mama o mejorar su aspecto y simetría. En el primer caso suelen venir confundidas, sin mucha información, el diagnóstico les sorprende, aún es incompleto y no saben muy bien cuál puede ser “su mejor opción”. En el segundo gracias a las asociaciones, internet, los medios de información, etc suelen tener más información y a veces ya vienen orientadas hacia la reconstrucción. Es una cirugía gratificante, vuelven a sentirse ellas, parecidas a cómo eran antes del diagnóstico pero con mucho a sus espaldas, y eso lo reflejan al verse reconstruidas.

Beatriz Postigo, en el hospital.

Ficha personal

Beatriz Postigo (Segovia, 1986) es licenciada en Medicina por la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del Colegio de Médicos de Pontevedra. Realizó la especialidad en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora vía MIR en el Hospital Universitario de Santiago y completó su formación en el servicio de Cirugía Plástica del Hospital La Paz, Hospital Son Espases de Mallorca y la Fundación Cavadas. Desde el año 2016 es facultativo especialista en el Hospital Ribera Salud-Povisa, en Vigo, en donde combina la faceta estética con su actividad reconstructiva y es coordinadora docente en la formación de residentes de Cirugía Ortopédica Traumatológica del Complexo Hospitalario de Vigo (Chuvi).

–¿Siempre es posible la reconstrucción mamaria? ¿Cuándo se debe realizar?

–Con todas las técnicas disponibles actualmente es muy raro que la reconstrucción mamaria no sea físicamente posible, pero hay que tener en cuenta las patologías asociadas de la paciente, si es fumadora o no, su fisionomía, si cargan pesos en su profesión… para poder ofrecerles la mejor opción de forma individualizada. A veces otras enfermedades médicas o que el tumor se encuentre en progresión pueden recomendar diferir la cirugía a un momento más apropiado.

–¿Interfiere en la quimioterapia o radioterapia?

–No debemos nunca olvidar que el tratamiento reconstructivo no debe comprometer el resultado oncológico. Nuestras técnicas tienen que ser seguras para no retrasar los tratamientos curativos. Por el contrario sí que debemos tener en cuenta el efecto que tiene la radioterapia en nuestras pacientes, ya que crea una cicatriz interna en toda la zona tratada que nos interfiere a la hora de implantar prótesis, siendo más recomendable en estos casos la

reconstrucción autóloga, es decir, con tejidos propios..

– ¿Cómo se realiza una reconstrucción de seno?

–En general hay dos tipos de reconstrucción en función del momento en el que se realiza: la reconstrucción inmediata, que es la que hacemos en el momento de la mastectomía, para la cual solemos utilizar prótesis de silicona y la reconstrucción diferida, en la que según los tratamientos que haya recibido la paciente nos decidimos entre reconstrucción autóloga o reconstrucción con prótesis. La reconstrucción autóloga consiste en crear una mama con el músculo dorsal ancho o con el exceso de piel y grasa que tengamos en el abdomen o en el glúteo. En muy contadas ocasiones precisamos expandir primero la piel con un tipo de prótesis que vamos rellenado con suero en consulta hasta adquirir el volumen definitivo.

– ¿Qué avances hay en este sentido?

–La medicina y la cirugía avanzan en todos los sentidos, en el cáncer de mama está cobrando importancia la cirugía mínimamente invasiva, con abordajes casi “invisibles” y las quimioterapias cada vez más específicas. Aún así siguen practicándose mastectomías, por lo que nuestro campo reconstructivo también está avanzando. Por un lado refinando las técnicas de reconstrucción autóloga, con el lipofilling o infiltración grasa, que mejora la calidad de los tejidos y aporta volumen. En cuanto a la reconstrucción con implantes estamos utilizando un tipo de prótesis con una cubierta que produce menos complicaciones a largo plazo y colocando la prótesis en una posición por delante del pectoral, a veces asociada a unas mallas, minimizando así dolores y deformidades. También estamos avanzando mucho a la hora de extirpar el tumor con las técnicas oncoplásticas, que permiten reducir o subir los dos pechos en la cirugía primaria.

“Realizamos 300 reconstrucciones y 1.200 cirugías plásticas al año”

¿Qué le atrajo de la cirugía plástica?

–Cuando estudiaba la carrera realicé una rotación en la que descubrí el amplio campo de acción de la cirugía plástica, desde el reimplante de dedos y extremidades, a la cobertura de defectos tumorales o traumáticos. Además me parece la especialidad más artística. Cada caso es distinto, por lo que la técnica es adaptable y todo asociado a buscar la belleza, simetría y similitud con el original, me recordó al trabajo de un restaurador. – ¿Cuántas operaciones de reconstrucción mamaria suelen realizar al año? –Si contamos reconstrucciones inmediatas, diferidas y retoques unas 300.

¿Y plásticas?

–En total realizamos unas 1.200 cirugías al año, desde pequeñas extirpaciones de tumores cutáneos a cirugías mayores.

Con respecto al linfedema ¿qué tratamientos se realizan?

–En el tratamiento quirúrgico del linfedema hay varios tratamientos descritos: las anastomosis linfovenosas (es decir: unir los vasos linfáticos a las venas para que vuelvan a drenar), la transferencia microquirúrgica de ganglios linfáticos de otra zona del cuerpo o la reducción del volumen por liposucción. Aunque los resultados a corto plazo de las técnicas más novedosas son esperanzadores aún no han demostrado su eficacia a largo plazo. Es uno de los retos en el futuro de nuestra especialidad.

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