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Ons, un imperio industrial y de púrpura

Xunta, Parques Nacionales y UVigo visitan la isla de Bueu para dar a conocer los últimos hallazgos arqueológicos

Los tesoros escondidos de Ons

Los tesoros escondidos de Ons David García

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Los tesoros escondidos de Ons David García

La isla de Ons alberga muchas sorpresas e historias. Su riqueza no estriba únicamente en sus innegables valores naturales y paisajísticos, sino que también tiene un pasado que poco a poco sale a la luz gracias a las excavaciones arqueológicas impulsadas por la Xunta de Galicia, Parque Nacional Illas Atlánticas y Universidade de Vigo. Unos trabajos que revelan que Ons fue un imperio industrial, desde el que se exportaban miles de kilos de pescado, y un punto de producción de uno de los productos más apreciados: la púrpura, un tinte asociado al imperio y al poder.

La isla de Ons se está convirtiendo en un excepcional yacimiento arqueológico. Las excavaciones realizadas hasta la fecha revelan que el archipiélago de Bueu contaba con un potente complejo industrial vinculado a la salazón y exportación de pescado, donde se envasaban miles de kilos que luego se distribuían por todo el Imperio Romano. Había constancia de una salazón en la playa de Canexol, cuyos restos quedaron a la vista gracias a la erosión marina. Pero los trabajos desarrollados por el Grupo de Estudos de Arqueoloxía, Antigüidade e Territorio (Geaat) de la Universidade de Vigo (UVigo) ha constatado la existencia de como mínimo tres. Y no solo eso. Una de ellas era un punto de producción de púrpura, uno de los tintes más apreciados porque estaba asociado al poder y la nobleza, y que se extraía de un molusco que hoy en día ya no se encuentra en la isla.

De izq. a dcha.: José Antonio Fernández Bouzas, Adolfo Fernández, Luis López y José Manuel González en la "puerta" de entrada a una vivienda excavada en el castro o Castelo dos Mouros de Ons. | // FDV

Estas fueron algunas de las novedades que explicó ayer el arqueólogo Adolfo Fernández en una visita organizada por la Xunta de Galicia y el Parque Nacional Illas Atlánticas, que desde el año pasado promueven una serie de excavaciones arqueológicas en la isla bueuesa para conocer mejor su historia e importancia. Junto a él estaba el delegado territorial de la Xunta, Luis López; el director del parque nacional, José Antonio Fernández Bouzas; y el jefe territorial de la Consellería de Medio Ambiente, José Manuel González.

La actual campaña finalizará esta semana, coincidiendo con el inicio de la temporada alta de visitas a las Illas Atlánticas, y está previsto que se retome después del verano. El foco se dirige en dos direcciones: la playa de Canexol, donde están las tres salazones, y el conocido como Castro de Ons o Castelo dos Mouros, situado por encima de Canexol. Este lugar era la parte residencial, donde vivían los habitantes de la isla. Los restos hallados hasta la fecha permiten confirmar que había presencia humana en Ons desde finales del siglo I antes de Cristo hasta los siglos IV y V después de Cristo. Los arqueólogos no descartan que en el futuro puedan hallarse restos anteriores, de la Edad del Hierro.

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Las excavaciones arqueológicas en la isla de Ons

Actualmente los trabajos se concentran en el entorno del castro, donde han aparecido los restos de una muralla de protección que rodeaba la zona poblada, una construcción que estaba reforzada por bastiones ya que se trata de un terreno con una pronunciada pendiente. Aún es pronto para saber qué superficie abarcaba, pero se estima que puede oscilar entre los 10.000 y los 15.000 metros cuadrados. “Era un recinto pequeño, en parte por su orografía empinada”, explica el investigador de la UVigo.

La existencia de este complejo coincide en el tiempo con la fábrica salazonera y de ánforas de Pescadoira, en Bueu. Los hallazgos realizados hasta la fecha confirman que las bautizadas como “Ánforas San Martiño de Bueu” eran uno de los envases empleados para transportar el pescado y las salsas que se elaboraban en Ons. No obstante, no se puede descartar que existiese en el propio archipiélago un horno alfarero como el de Bueu.

Desde la isla bueuesa se envasaban miles de kilos de pescado, una producción que luego llegaba a distintos puntos del Imperio. “Tenemos constancia de que las ánforas de Bueu llegaron a Roma, el sur de la Península Ibérica y recientemente se encontraron en unas excavaciones que realiza la Universidad de Barcelona en Pollentia, en Mallorca”, subrayan los arqueólogos.

Una vista aérea del castro o Castelo dos Mouros, con las líneas de parapetos y fosos, así como posibles terrazas de cultivo. | // GEAAT

Muy cerca de la muralla se excavó una estancia cuadrada, que formaba parte de una residencia más amplia y en la que se distinguen varios huecos o puertas, una de las cuales daría frente hacia un sendero que discurría por la parte interior del parapeto defensivo. Uno de los hallazgos más curiosos en esta vivienda fue un conjunto de más de 30 pequeñas monedas de bronce, acuñadas en el siglo III después de Cristo. “Hay que tener en cuenta que entre el 70% y 80% de la economía de la época aún se basaba en el trueque. La moneda estaba muy inflacionada y probablemente tuviesen poco valor”, señala Adolfo Fernández. Además, aunque estaban acuñadas en el siglo III seguían utilizándose en época posterior.

Uno de los aspectos más interesantes de este proyecto de excavación arqueológica es que permite una “lectura cruzada” entre la actividad industrial, la residencial y el modo de vida de los pobladores, algo que no siempre es fácil. Por ejemplo, en Vigo existen numerosos restos de salazones de la época pero no hay constancia de donde residían los habitantes de aquel momento.

En el caso de Ons los antiguos isleños tenían su residencia en la parte alta, en la zona del castro, y su lugar de trabajo en la playa de Canexol. La existencia de una sola fábrica de salazón en una isla ya supone por si solo un gran hallazgo. La presencia de tres va mucho más allá. “La acumulación de fábricas es algo poco habitual, suele haber una o dos en playas de fácil acceso y fondeo. Lo que diferencia a Ons de otros lugares es que se puede hablar de un complejo industrial, con al menos tres salazones. Lo más parecido que conocemos es Vigo”, explicaba a pie de excavación Adolfo Fernández, que no descarta que puedan aparecer más fábricas salazoneras en otros puntos del archipiélago.

Adolfo Fernández muestra la zona donde se extraía la púrpura, en la parte norte de Canexol. | // FDV

La erosión marina y las prospecciones realizadas permiten confirmar que en Canexol había tres. La del centro tenía forma de U y contaba con trece pilos. Uno de los descubrimientos más interesantes se realizó en la situada más al norte, donde se encontró un pequeño pilo en el que se producía púrpura. Este tinte se extraía de un molusco llamado múrice –también conocido como cañadilla o cañaílla– y tenía un gran valor. El púrpura se asocia habitualmente al lujo y poder imperial y lo utilizaban los altos cargos en fechas señaladas. El primer emperador romano fue Augusto, que gobernó desde el año 27 de Cristo al 14 después de Cristo, una época que coincide con el asentamiento en Ons.

Este color se obtenía a partir del hepatopáncreas de este molusco, que debía ser extraído con cuidado. El valor del hallazgo está relacionado con el hecho de que se conocen pocos lugares donde se fabricaba este tinte y en toda la fachada atlántica solo se tiene constancia de otro punto de fabricación en el sur de la península. El caso de Ons aún reúne otra característica singular: es el primero que se halla dentro de un complejo industrial.

Las conchas de múrice halladas en Ons, un molusco del que se obtenía la púrpura.   | // GEAAT

Las conchas de múrice halladas en Ons, un molusco del que se obtenía la púrpura. | // GEAAT

Los investigadores saben que Ons eran un punto de fabricación de púrpura por un detalle de gran relevancia: “Cuando este molusco se destina a uso doméstico la concha aparece entera, intacta. Pero cuando lo que se quiere es aprovecharlo para extraer púrpura es necesario romper el caparazón de una manera determinada para no dañarlo”, explica Adolfo Fernández. Los restos hallados en el pequeño pilo “conchero” de la salazón de Canexol revelan que los múrices que se recogían en Ons tenían como finalidad la obtención de la “púrpura imperial”.

Eso hoy en día ya no sería posible. No todas las especies de este molusco son aptas para la fabricación de este tinte y la que usaban los habitantes de Ons en la época romana ya no se puede encontrar allí. “No sabemos si desapareció o se extinguió en este lugar, pero actualmente ya no se puede encontrar aquí”, confirman los investigadores.

Uno de los pilos recuperados en Canexol. | // FDV

Las excavaciones en los pilos de las salazones permitieron encontrar uno que se utilizaba como una especie de depósito para animales muertos, donde se encontraron esqueletos de perros, gatos y pequeños bóvidos. Todos estos huesos y los restos de pescado y conchas hallados están en un laboratorio de la Universidad de León, donde trabaja Carlos Fernández-Rodríguez, uno de los mayores especialistas en el estudio de fauna terrestre, peces y conchas.

Un momento de la visita de ayer, delante de los restos de una de las salazones de la playa de Canexol. Fdv

Prácticas de campo para alumnos de Arqueología

El delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, Luis López, manifestó durante su visita que la colaboración con la UVigo ha permitido “realizar un gran trabajo, que permite confirmar la ocupación romana de la isla de Ons desde hace 20 siglos y también el modo de vida de sus habitantes”. La intención de la Xunta, Parque Nacional Illas Atlánticas y universidad es dar continuidad a estos trabajos durante los próximos años para seguir profundizando y sacando a la luz el pasado de Ons y ponerlo en valor.

Una de las iniciativas que se quiere poner en marcha de cara al año próximo es un convenio de prácticas de la Universidade de Vigo que permita ofrecer formación sobre el terreno a alumnos de Arqueología, que también estarían reconocidas con créditos lectivos. Desde la administración autonómica destacan que hasta la fecha no se había realizado una intervención tan ambiciosa en la isla y Luis López insiste en que la intención es seguir trabajando “a largo plazo”. Entre las próximas tareas está la renovación de los paneles informativos para actualizar la información patrimonial e histórica de Ons.

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