“Ocells-textos-onades” (“Paxaros-textos-ondas”) es el título de la performance que la artista Julia Mariscal -hija del conocido dibujante y diseñador Javier Mariscal-representó ayer en la Praza do Concello de Moaña dentro del programa de la Diputación “Mulleres en Acción. Violencia Zero”. Puso en acción la habilidad de las mujeres para renacer y reinventarse simulando un ritual en el que empleó como ofrenda elementos inorgánicos y biológicos como la ceniza, el barro, la leche o el cristal.

La artista catalana, en otro momento de la representación ante el Concello. Santos Álvarez

El cuerpo de la propia creadora, con el que interactuaron estos materiales, fue el elemento central de la performance, en cuya escenografía contó con paños de tela y espejos, que duplicaron los espacios y el cielo al estar algunos colocados en el suelo.

En el acto estaba prevista la presencia de la diputada de Igualdade, Victoria Alonso, y la alcaldesa de Moaña, Leticia Santos, entre ediles de la corporación.

En la acción tuvo especial relevancia el uso de las cenizas que la artista catalana portaba en el interior de los bolsillos del pantalón, pegadas a sus piernas y que extendió por el suelo de la Praza do Concello. Las empleó como símbolo de todas las mujeres maltratadas por la violencia machista cuyos cuerpos están quemados y llenos de ceniza por dentro.

Julia Mariscal nació en 1981 en Barcelona, donde vive y trabaja. Cursó sus estudios universitarios en Londres. Es licenciada por la Universidad de Goldsmiths College y tiene un master en Fine Art por el Chelsea College of Art and Design. Mariscal trabaja la performance, la instalación, el vídeo y el dibujo. La artista concibe y desarrolla los elementos en escena como un trabajo de escultura expandida. Ocells-textos-onades (Pájaros-textos-olas) es su último proyecto y se ha presentado en el Teatre Lliure de Barcelona.

Mariscal con los brazos con barro para hacer cuencos SANTOS ALVAREZ

La artista entró en la Praza do Concello de Moaña con los brazos recubiertos de barro que fue retirando e hizo una pequeña demostración de cerámica, creó unos cuencos, y al mismo tiempo un nuevo cuerpo. Interactuó con la leche, un elemento muy asociado a la mujer y a la maternidad, a través de un embudo de cristal que colocó en su cabeza y provocó que un chorro cayera llenando los cuencos, haciendo así una ofrenda dentro de este ritual.

La artista con cristales. SANTOS ALVAREZ

Esta actuación es la décima de la VII edición del programa Violencia Zero con la que la Diputación expande la lucha feminista en los municipios de la provincia. Ya hubo otras representaciones con otras propuestas musicales, de teatro, de danza y poesía en Pontevedra, Vigo, Moraña, Silleda, Meaño, Forcarei, Agolada, A Lama y Oia y a la de ayer seguirán otras más diferentes en 15 concellos.