Augas de Galicia sancionó al Concello de Bueu con una multa de 2.500 euros por un vertido desde la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Cabalo. El gobierno local recibió la notificación a finales del mes de noviembre y requirió a Aqualia un informe, que se remitió al departamento autonómico a modo de alegaciones. No obstante los argumentos municipales fueron desestimados y hace unos días se firmó una resolución de alcaldía para ordenar el pago de la multa económica.
Esta situación la aprovecha el PP para volver a criticar la gestión y el control municipal sobre las concesionarias municipales. “Todo a pesar de que se nombró al vicealcalde, Julio Villanueva, como concejal delegado de las concesiones”, critica la portavoz popular, Elena Estévez. Desde la oposición responsabilizan al bipartito BNG-ACB de la sanción, al que acusan de “eludir sus responsabilidades” y de “no visitar las instalaciones de la depuradora de Cabalo para ver si su funcionamiento y mantenimiento es el correcto”.
El expediente incoado por Augas de Galicia considera que el Concello de Bueu es responsable de la comisión de una infracción tipificada como leve por un vertido a la ría de Pontevedra, que lleva aparejada una sanción de 2.500 euros. “Todo es por culpa de la inoperancia y falta de control del bipartito porque estas sanciones no tienen que pagarlas de su bolsillo ni el alcalde ni el vicealcalde, sino que salen de las arcas municipales y de los impuestos que pagan los vecinos”, reprocha Estévez.
El departamento autonómico realiza inspecciones periódicas de la depuradora, que normalmente se saldan con un informe favorable. Pero siempre con la misma advertencia: la necesidad de poner en marcha el sistema de desinfección con rayos ultravioleta. Un asunto que le volvió a recordar la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, al alcalde de Bueu en la reunión que mantuvieron en diciembre por el proyecto para la renovación de la red de abastecimiento, saneamiento y pluviales de la calle Pazos Fontenla.
En este sentido, desde el PP de Bueu acusan al bipartito de “hacer oídos sordos” a esos requerimientos de Augas de Galicia e incluso de “mentir sin rubor” ya que un vecino alertó de esta situación en una sesión plenaria y “desde la Alcaldía se negó esta realidad”.
El sistema está instalado desde el año 2007, una obra asumida en aquel entonces por la Consellería de Medio Ambiente, pero nunca se llegó a poner en marcha porque el Concello y la empresa Aqualia no se ponen de acuerdo sobre quién debe asumir el incremento en el coste anual que supone.
Desde la oposición consideran que la situación es grave y que puede traer consigo “consecuencias muy perjudiciales”, por lo que se reclama al grupo de gobierno la adopción de medidas para solucionar este “grave” problema. “Las instalaciones municipales hay que mantenerlas en las mejores condiciones para un buen funcionamiento, por lo que pedimos en mantenimiento y mejora de la depuradora”, sentencia Elena Estévez.
