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El Museo Massó abre sus puertas a las empresas interesadas en su ampliación

La representación de las empresas toma fotos de la estructura de madera de la Sala Lugrís, ayer. | // M.M.

El lunes es el único día en el que las puertas del Museo Massó permanecen cerradas a las visitas. Pero ayer hubo una excepción: el recinto abrió sus instalaciones a los representantes de una veintena de empresas y estudios de arquitectura, que se han mostrado su interés en optar al contrato para la redacción del proyecto para ampliar el histórico museo fundado por los hermanos Massó. La ampliación, cuyo presupuesto superará el millón de euros, se centrará en tres espacios: la nave en la que se guardan las embarcaciones tradicionales, la antigua Salazón Piñeiro y la futura Sala Urbano Lugrís.

La Consellería de Cultura confirmó ayer que hasta una veintena de empresas están interesadas en la actuación y acudieron ayer a una visita guiada por la directora del Museo Massó, Covadonga López de Prado. En primer lugar hubo una introducción sobre la historia de los edificios del complejo de Massó, lo que incluyó fotografías, planos e infografías. A continuación se expusieron las directrices marcadas en Programa de Necesidades Arquitectónicas elaborado por la dirección del Museo Massó y que se fundamenta en criterios de recuperación y restauración de los espacios históricos. A continuación se realizó un recorrido por las instalaciones, con especial atención a las que concentrarán la ampliación.

La directora del Museo Massó ofrece explicaciones en la Salazón Piñeiro, que data del siglo XIX. | // M.M.

La planta baja alberga dos de esos lugares. Por un lado está el tramo sur de la antigua nave conservera y la nave de atadores. La primera forma parte de la exposición permanente desde el año 2011 y alberga las embarcaciones tradicionales. Su estado de conservación es “muy precario”, en especial el cierre hacia la Praza Massó. Algo parecido ocurre con la nave de atadores, cuya cubierta se halla estado “muy crítico” y que tuvo que ser excluida de las obras de reparación urgentes realizadas el año pasado porque tiene elementos de fibrocemento y amianto y requería una intervención “global”, tal como se recoge en la memoria que incluye la Consellería de Cultura en el pliego para la licitación del contrato.

La Salazón Piñeiro data del siglo XIX y fue recuperada en el año 2013. Se consiguieron recuperar hasta 18 pilos de salazón, junto a una parte del patio con el pozo, el lavadero y la fuente. No obstante, este espacio no es completamente visitable y es necesario “acondicionarlo para su musealización y visita”.

La sala de embarcaciones tradicionales, con la “Mariña”, la única xeiteira que se conserva en Galicia. | // M.M.

La planta primera acoge la sala sur, que tras esta ampliación y reforma pasará a ser oficialmente la Sala Lugrís. Es un espacio de casi 200 metros cuadrados y el objetivo es que pueda albergar la valiosa obra pictórica de Urbano Lugrís que se conserva en el Museo Massó. El artista fue amigo de los hermanos Massó y tuvo un acceso privilegiado a sus fondos durante la década de 1940, un conocimiento que influyó de manera decisiva en su estilo artístico. Entre las pinturas que se almacenan en el museo bueués destacan las seis de gran formato que realizó para decorar el comedor de las empleadas de la fábrica y que ocupan “cerca de 300 metros lineales”.

La restauradora Cristina Cobos, que se encargó de la restauración de los cuadros de Urbano Lugrís en el Museo Massó. GONZALO NUNEZ

La ampliación que proyecta la Consellería de Cultura será la primera gran intervención en el Museo Massó desde su apertura al público, de la que se cumplen ahora 20 años. La inversión superará el millón de euros, que se financiará con cargo a fondos Next Generation de la Unión Europea, y al contrato para la redacción del proyecto básico y de ejecución se destinan 115.000 euros. La empresa o estudio de arquitectura al que se le adjudique tendrá un plazo de 3,5 meses, a contar desde la firma contractual, para entregar su propuesta definitiva.

A continuación se procederá a licitar los propios trabajos de construcción, que se confía que puedan comenzar a finales de año y que concluyan a lo largo de 2023.

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