La flota de bajura viene de estar parada más de una semana dentro de las movilizaciones para intentar que el Gobierno atendiese sus reivindicaciones para hacer frente a la subida del combustible y en breve una parte importante de esos barcos volverán a amarrar a puerto. Esta vez por la veda del pulpo, una de las especies más importantes dentro de la pesca artesanal gallega. La Consellería do Mar y las federaciones provinciales de cofradías comenzaron ayer las negociaciones para fijar las condiciones de ese paro y quedaron en volver a reunirse después de Semana Santa. Lo que parece seguro es que la veda tendrá una duración mínima de un mes.
La primera toma de contacto tuvo lugar en Santiago con la presencia de la directora xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica, Mercedes Rodríguez; representantes de la Subdirección Xeral de Gardacostas de Galicia; y los presidentes de las federaciones provinciales. En esta primera reunión se analizó la actual situación y se recopilaron los datos de la presente campaña, que arrancó en julio de 2021. Unos indicadores que son positivos, sobre todo después del “descalabro” de la campaña anterior, que se caracterizó por una drástica caída en las capturas, como recuerda el presidente de los pósitos de Pontevedra y patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas. “Estamos dentro de la media, con la excepción de la de 2017, que fue un año atípicamente bueno y los datos parece que indican que el reclutamiento de alevines están por encima de la media”, apuntaba ayer después de esa primera reunión.
A pesar de la situación que viene atravesando el sector pesquero se da por seguro de que en este 2022 habrá veda para el pulpo. La incógnita es saber cuánto durará y en qué fechas se concretará. Ahora las federaciones de Pontevedra, A Coruña y Lugo solicitarán a las cofradías que procedan a reunir a sus respectivos sectores de la nasa para que expresen su opinión y preferencias. Una vez recabado el sentir de la flota de las distintas provincias las federaciones mantendrán un nuevo encuentro con la Consellería do Mar, que está fijado para el martes 19 de abril.
La veda del año pasado se prolongó dos meses, desde mayo a julio, precisamente debido a la delicada situación de la pesquería. En esta ocasión parece difícil llegar a un periodo tan largo, pero todo indica que el amarre durará al menos un mes.
El precio se sitúa por encima de los 13 euros
El sector de la nasa ha recuperado cierta normalidad en la actual campaña del cefalópodo, en la que sin duda lo mejor son los precios a los que se está cotizando el recurso. En el caso de Bueu el pulpo grande está por encima de los 13,50 euros el kilo y en Cangas se llegó incluso a precios máximos de hasta 15 euros el kilo. Según los datos de Pesca de Galicia, la lonja de Bueu lleva subastados más de 111.000 kilos de pulpo, que hasta el momento han significado un volumen de negocio que roza los 1,1 millones de euros. “Este año hay que reconocer que los precios son muy buenos: el grande se vende por encima de 13,50 euros, el mediano a 11,50 euros y el pequeño está en los 10,50 euros el kilo”, explicaba ayer José Manuel Rosas.
Así, el precio medio se sitúa muy cerca de los 10 euros kilo. En el caso de Cangas las capturas en lo que va de temporada se acercan a los 39.000 kilos, con una facturación cercana a los 400.000 euros. El pulpo en esta lonja llegó a comercializarse a 14 y 15 euros el kilo, con lo que el precio medio supera los 10 euros. Finalmente, la cofradía de Aldán-O Hío contabiliza capturas por encima de los 18.000 kilos e ingresos de 177.500 euros, con precios que también llegaron hasta el umbral de los 13,50 euros el kilo.
