El trabajo de estrategias para la valoración de la estrella de mar como materia prima, tanto como pienso para la acuicultura como abono para la huerta o, incluso, como elemento decorativo, denominado Acuistar, ha tenido buenos resultados en la cría de dorada y en el cultivo de brócoli y zanahoria, sin embargo no ha resultado eficaz en la cría de truchas y de rodaballo. Hasta Barcelona se fueron las harinas realizadas con las estrellas de mar de las cofradías colaboradras en el proyecto -estaban inscritas 14, entre ellas la de Aldán-O Hío, para alimentar truchas en las instalaciones de Aiguanatura dels Ports, aunque se demostró que los ejemplares no ganaban peso en comparación con el pienso control.
Tampoco la harina de estrella de mar surtió efecto en la cría de rodaballo en las instalaciones de Aguiño, en donde tiene su sede el Cluster de la Acuicultura (CETGA), que lideró este proyecto de valorización del equinodermo con el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDEA-CSIC), en colaboración con la Fundación Biodiversidad y el Ministerio para la Transición Ecológica, a través del programa Pleamar, cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP).
Sí que se obtuvieron resultados “prometedores” con la cría de dorada en el CETGA, alcanzando ganacias de peso del 77-78%, con tasa de conversión alimentaria de 1,93 en la dieta de control y 1,96 en la dieta experimental. Las doradas tardaron mucho en acostumbrarse a este tipo de pienso y la tasa fue bajando desde un 3,4 hasta el 1,9. ¿Qué quiere decir? Una tasa de conversión de un 3 es que por cada 300 gramos de pienso que se le da a un pez, engorda 100 gramos, por lo que se pierde dinero y no es efectivo. Lo ideal es que lo que se invierta en pienso, se recupere en peso de los peces.
La harina de la estrella de mar, en comparación con la de pescado, muestra un menor contenido de proteína, grasa y fibra, debido a su elevado contenio de cenizas. En cuanto a los minerales, predomina el calcio. En el perfil de ácidos grasos del pienso no se altera significativamente con la sustitución de un 15% de harina de pescado por harina de estrella; en el perfil nutricional, sin embargo, hay un descenso de un 1,5% en el contenido de proteína, un aumento de un 2% en el contenido de grasa y un incremento de un 5,2 en el contenido de cenizas.
Po lo que respecta a los abonos, fueron testados por comparación con un abono control de humus de lombriz en las ecohuertas de Alento y Aspanaex, en cultivos de brócoli y zanahoria. Los resultados, según consta en el estudio, muestran un perfil nutricional similar al del abono control en las hortalizas cultivadas con el abono de estrella, resultado similar la biomasa obtenida. El abono de estrella de mar muestra un alto contenido de calcio, por lo que podría resultar útil para la corrección del pH en suelos ácidos.
La tercera vía que se explotó como estrategia de valorización de la estrella fue la de elaboración de productos artesanales. Contaron con la participación de las asociaciones de personas con diversidad funcional Alento, ASEM-Galicia y Aspanaex, cuyos usuarios elaboraron artesanías que se expusieron en la sede de la Asociación de diagnosticad@s de cáncer de Cangas (Adicam) del 25 de febrero al 17 de marzo pasado.
El estudio se presenta hoy en una jornada ‘online’ abierta al público
Las conclusiones del proyecto Acuistar, cuya directora técnica es Belén Budiño, se darán a conocer hoy en una jornada de difusión online, que se llevará a cabo de 12:00 a 13:00 horas. La jornada está abierta al público en general, y la inscripción puede realizarse desde la web del proyecto www.proyectoacuistar.es. Budiño señala que la valorización de la estrella puede contribuir a la dinamización del empleo en el sector marisquero y a la implantación de una acuicultura sostenible de los ecosistemas marinos.