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El vecindario denuncia el “desmadre” del ocio callejero y la Policía ultima el turno de noche

Los agentes realizaron varias denuncias el fin de semana por alcoholemias, desórdenes y alteración de la seguridad ciudadana | Plantilla y gobierno tienen un “principio de acuerdo” para reforzar el servicio

Un coche de la Policía Local, ayer, junto al consistorio. | // G.NÚÑEZ

“Vuelven los fines de semana como en los peores tiempos”, denuncian vecinos de la Avenida de Marín y calles adyacentes por los “desmadres de la movida nocturna” de Cangas, que ilustran con vídeos donde se ve a grupos de jóvenes consumiendo bebidas en la vía pública, vociferando e incluso saltando sobre el techo de uno de los vehículos estacionados, con abolladuras y otros daños en la carrocería. La Policía Local realizó, a primera hora de la madrugada del domingo, al menos tres denuncias por alcoholemia –dos de ellas se tramitan por vía administrativa y una por lo penal–, en la Avenida de Galicia, y otra por desórdenes públicos y alteración grave de la seguridad ciudadana en el entorno de Altamira. Todas ellas a partir de las seis y media de la mañana, pues no realiza el servicio de noche, una carencia que se pretende solucionar “a corto plazo, y en cualquier caso antes del verano”, según coinciden en señalar representantes del cuerpo policial y también la alcaldesa, que hablan de un “acuerdo verbal” para compensar economicamente a los miembros de la plantilla, que se irán rotando por turnos para tener cubiertas las 24 horas.

El vecindario refiere múltiples altercados y la presencia disuasoria de “alguna patrulla” de la Guardia Civil, que estiman insuficiente para dar una respuesta efectiva al problema, así como la inutilidad de llamar a la Policía Local entre las 22.30 y las 6.30 horas, pues “nadie responde”. Sí lo hicieron, a partir de esa hora, los agentes que iniciaron el turno del domingo y tuvieron que desplazarse a atender una llamada telefónica informando de la presencia de un vehículo parado en el cruce de la Avenida de Marín con la calle Redondela, con la música saliendo a todo volumen de un altavoz de grandes dimensiones y un numeroso grupo de jóvenes divirtiéndose alrededor. La escena se repitió poco después en la misma zona y, posteriormente, en el entorno de Altamira, con los mismos protagonistas –dos de ellos bailando sobre el techo de una furgoneta– y además haciendo botellón, por lo que los agentes procedieron a instruir denuncia.

Captura de un vídeo tomado por vecinos de la Avenida de Marín con jóvenes festejando en la vía pública, algunos sobre un vehículo. | // FDV

Aunque la dotación del turno de noche lleva años tramitándose, no se ha recuperado más que de manera muy puntual y con agentes voluntarios, pues el grueso de la plantilla exige una compensación económica para trabajar más allá de las 22.30 horas. En las últimas semanas se han producido nuevas reuniones entre representantes policiales y del gobierno cangués, que ambas partes reconocen como “fructíferas”, e incluso un acuerdo tácito que deberá plasmarse por escrito cuando se cierren todos los flecos con los actores sindicales.

Aunque las partes eluden dar cifras, según fuentes próximas a las negociaciones el acuerdo permitiría a los agentes cobrar alrededor de 300 euros más al mes a cambio de estar disponibles también para el turno de noche, que se ejercería de forma rotatoria. La plantilla dispone actualmente de 22 miembros activos, aunque solo 19 están realmente operativos, porque dos ya trabajan en segunda actividad y el inspector jefe no computaría a esos efectos. Así, el desembolso a mayores para las arcas municipales rondaría los 60.000 euros anuales, una partida que deberá plasmarse en el presupuesto del Concello para ser efectiva, aunque el ejecutivo local, en minoría, no tiene garantías de aprobarlo a corto plazo y el servicio de noche podría comenzar antes si existe un compromiso firme.

Sobre la mesa de negociación está una sentencia de 2010 sobre las condiciones de trabajo de cuatro agentes de Cangas adscritos a la “brigada de la policía especial de vigilancia nocturna”, que cobraban más por esa condición y que pidieron, entonces sin éxito, su traslado al turno de día. Desde el cuerpo armado municipal consideran que la cuantía que les pague el Concello por realizar el servicio de noche se compensará con más seguridad, menos altercados e incluso la imposición de multas a infractores que ahora quedan impunes.

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