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La “Torre de Meira” era un castillo medieval que contaba con ocupación permanente

Trabajo arqueológico dentro de la estructura descubierta, con la puerta de 80 centímetros en arco. | A.A.

La segunda fase de las excavaciones arqueológicas en la antigua torre medieval de Meira está desvelando hallazgos que no dejan de sorprender a los investigadores. La riqueza de los elementos encontrados inclinan a los arqueólogos a señalar que “cada vez está más claro que se trataría en realidad de un pequeño castillo con ocupación permanente. En vez de una simple torre de vigilancia, tal y como se pensaba en un inicio”. Estas explicaciones del arqueólogo Benito Vilas y del concejal de Urbanismo, Odilo Barreiro, refrendan la sabiduría popular, pues el topónimo original del barrio que creció alrededor de la estructura medieval es precisamente “O Castelo”.

Cerámica de Manises del tipo “flor de yedra”, de alto valor. |  A.A.

Cerámica de Manises del tipo “flor de yedra”, de alto valor. | A.A.

Al poco de iniciar esta segunda fase de las excavaciones y puesta en valor, contratados a la empresa Árbore Arqueoloxía, se detectó parte del cierre perimetral de una estructura techada dentro del patio de armas. Se atribuía a una caballeriza, pero los últimos hallazgos parecen descartar ese uso, sobre todo porque se identificó una pequeña puerta con arco, de 80 centímetros de alto. Incluso aparecieron los restos de una dovela decorada, que demostraría un alto valor y descartaría el uso para guardar caballos.

La cara interior de las murallas perimetrales que protegían el patio de armas. | ÁRBORE ARQUEOLOXÍA

Esta dovela, con unos 100 kilos de peso, decoraría la entrada a una estructura que se estima mucho más grande de lo previsto inicialmente, con unos 5 metros de ancho y entre 12 y 14 metros de largo, aunque todavía es difícil de calcular su superficie exacta. Los muros tienen un ancho de unos 80 centímetros y tendría un techo corrido de una sola agua apoyado contra la cara interior del muro perimetral del patio de armas. Aparecieron muchos restos de teja.

La dovela decorada de la antigua puerta en arco. | A. ARQUEOLOXÍA

La dovela decorada de la antigua puerta en arco. | A. ARQUEOLOXÍA

Además, otro de los hallazgos desvela un uso continuado de la torre y por gente poderosa. Y es que apareció una cerámica de muy alta calidad, de Manises (Valencia) y datada en el siglo XV. Es del tipo “flor de yedra” con esta decoración pintada de azul. Los arqueólogos señalan que supone “uno de los escasísimos fragmentos de este tipo localizados en todo el Noroeste de España”. Sumado a otro fragmento de cerámica de Manises localizado el año pasado en el interior de la propia Torre, todo parece apuntar a que había gente habitando permanentemente la estructura y que entre ellos se encontraba, por lo menos, “un señor de cierto prestigio, pues no es la típica cerámica que la gente del común emplearía para comer o beber”. Entre los últimos hallazgos aparecieron también fragmentos de sílex, probablemente relacionados con su uso para encender fuego.

Fragmento de sílex usado para encender fuego. | A.A.

En esta segunda fase el Concello de Moaña, en colaboración con la Comunidade de Montes de Meira, contrató excavaciones en dos sectores. Por un lado la cara interna de la muralla exterior del patio de armas, que incluye una cata por la cara exterior hacia el antiguo foso, y por otro lado se está trabajando dentro del patio de armas, en donde apareció la estructura techada que al principio apuntaba a ser una caballeriza.

El año pasado se sacó a la luz varios metros de altura de la propia torre sobre un promontorio con vistas a todo el valle de Moaña y a la ría de Vigo. El objetivo es hacer visitable una parte tan importante de la historia moañesa y recuperar este patrimonio.

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