La inexistencia de red separativa de aguas pluviales y fecales supone “un grave problema” ecológico que afecta al caudal y la contaminación de la laguna de Vilariño y la ría de Aldán, aunque en menor medida desde la inauguración, ayer, del reformado patio del colegio de O Hío con un ambicioso proyecto de educación ambiental, “Xogos da auga”. El centro educativo aprovecha ahora las escorrentías de lluvia y de un manantial propio para crear un estanque donde se filtran y depuran mediante plantas macrófitas, canalizarlas a través de varios juegos con el agua como protagonista –con los que se divierten y aprenden– antes de continuar su camino hacia el mar, culminando así un trabajo que comenzó en 2017 y ha sido posible con la implicación de profesores, alumnos y familias, además de instituciones públicas y privadas. El director, Claudio Lamosa, y el resto de la comunidad escolar lo agradecieron ayer en una fiesta colectiva con la presencia de la alcaldesa de Cangas, Victoria Portas; el jefe territorial de Educación, César Pérez Ares; el patrón mayor de la cofradía de pescadores de Aldán-O Hío, Juan Manuel Gregorio, representantes de Augas de Galicia y de la UTE que gestiona el servicio del ciclo integral del agua en el municipio, así como de asociaciones de la parroquia de O Hío.
Es un salto en la protección medioambiental humilde, pero cualitativo, que nace en el patio del colegio y busca servir de ejemplo y referencia a toda la ciudadanía, coinciden en señalar sus promotores y colaboradores. Un grupo de alumnos se encargó de explicar todo el proceso seguido en el último lustro, desde que en 2017 decidieron empezar a poner freno a grave problema de contaminación de la ría de Aldán y de la laguna de Vilariño –e incluso su propia existencia por falta de agua, debido a la canalización de las pluviales por las tuberías de fecales–, e idearon un proyecto experimental que fue premiado en dos certámenes de ámbito estatal y que ya ha logrado sus primeros objetivos, pero aún no ha llegado al final: “Queremos que se aplique esa gestión del agua a las aldeas en las que vivimos”, invitan.
Ahora, el agua corre por canales verdes en el patio del colegio y es elemento central de juegos como el tornillo de Arquímedes, una máquina gravimétrica helicoidal utilizada para la elevación de líquidos y sólidos en un circuito cerrado, túneles, estanques o cataratas aprovechando un talud que se sostiene con redes instaladas con ayuda de marineros del lugar. “Un lugar de diversión y aprendizaje” fruto del trabajo colectivo e impulsado desde un colegio que reivindica y practica su vinculación con el territorio donde se asienta.
El resultado fue muy celebrado, con especial agradecimiento a Pérez Ares por el respaldo económico de su departamento. La alcaldesa, el patrón mayor y representantes del Anpa, la UTE Gestión Cangas y Augas de Galicia también respaldaron la iniciativa y fueron aplaudidos por ello.
Un proyecto abierto a vecinos y colectivos
Al grito de “¡ábrete, sésamo!”, un grupo de alumnos cortó el cordón que delimitaba el circuito del agua, que empezó a brotar desde la cima de la catarata que salva el talud del patio. “Creo que no hay ninguno en toda la provincia con estas características” , celebró César Pérez Ares, que puso en valor la educación medioambiental y el ejemplo social de separar las aguas pluviales y fecales, también por su ahorro económico por el menor volumen que llega a las depuradoras. Victoria Portas incidió en esos argumentos y en el apoyo del jefe territorial de la Consellería de Educación para otros proyectos que tiene para el municipio, como la dotación de viviendas sociales en Nazaret. El director del colegio, Claudio Lamosa, invitó a las familias los colectivos de la parroquia y otras personas interesadas a conocer el reformado patio en visitas guiadas e incidió en la necesidad de promover valores medioambientales, cada uno desde su ámbito, y de dejar ese importante legado a las próximas generaciones.
