La presidenta de Portos de Galicia, Susana Lenguas, recibió ayer a representantes del sector mejillonero con su puerto base en San Adrián (Vilaboa) y Domaio (Moaña) para explicar los avances en las soluciones a la falta de abrigo y espacio para el amarre que sufren. Los profesionales no salieron especialmente contentos de la reunión, al entender que las nuevas infraestructuras que pueden solventar sus problemas “serán a largo plazo, según lo que entendemos de las explicaciones de Portos”, desvelan.
Portos encargó un proyecto de ampliación de los pantalanes de amarre en San Adrián. Y es que en estos momentos cada vez que un temporal azota la ría de Vigo, los balandros amarrados en Domaio deben desplazarse a Vilaboa para protegerse y evitar daños en el casco. Pero la falta de espacio en San Adrián hace que los barcos deban abarloar en varias hileras, lo que dificulta la salida para el trabajo diario.
Lo ideal, para los armadores de los 15 barcos que amarran diariamente en Domaio, es que mejoren el abrigo en ese muelle “aunque sea ampliando unos 100 metros la dársena actual, pero esa parece una solución a largo plazo, pues la primera intención de Portos es ampliar los amarres en San Adrián, en donde tienen su puerto base otros 15 barcos.
El gran problema ahora está en las tramitaciones ambientales que debe afrontar el órgano gestor de los puertos pesqueros de Galicia. Y es que la ensenada de San Simón se encuentra en zona de Red Natura 2000, lo que dificulta la realización de obras de ampliación. Portos aseguró que está tratando de dar respuesta a los impedimentos medioambientales para poder ampliar los amarres, pero los bateeiros lamentan que todavía no cuentan con una fecha para saber cuándo ganarán amarres.
En cuanto al muelle de A Mosqueira, en el centro de Moaña y con muchos más bateeiros, hace dos años que Portos instaló un dique de abrigo flotante para garantizar la seguridad de los balandros. Ayer Susana Lenguas confirmó al sector que trabajan en dragar el interior de la lámina de agua para instalar un nuevo pantalán que incremente la capacidad de amarre, como se viene demandando desde hace años.
