El agua vuelve a brotar de la histórica Fonte dos Cabalos, situada al pie de la carretera PO-551 a su paso por Bueu. El adjetivo de histórico no es exagerado. Ni mucho menos. La fuente data del año 1892 y su historia está vinculada, en lo bueno y en lo malo, al propio vial. La reciente obra de la senda peatonal entre Trasouto y A Portela sirvió para su puesta en valor y recuperación porque el agua llevaba sin salir por su caño desde 1982. ¡Casi nada!
Una de las personas que mejor conoce la historia de esta fuente es el vecino e investigador local Manuel Aldao, de 85 años, y al que el Concello de Bueu le pidió ayuda para documentar este elemento patrimonial. La fuente está vinculada a la construcción, a finales del siglo XIX, de la carretera que comunicaba Pontevedra con Cangas, la que hoy es la PO-551. Primero se construyó el tramo Pontevedra-Marín, luego Marín-Bueu y finalmente Bueu-Cangas. Cuando se ejecutó esa última fase se aprovechó para acondicionar esta fuente en el lugar de Trasouto. “En aquel momento el transporte se realizaba con carruajes de caballos y se habilitó como un punto para abrevar a los animales; por eso le quedó el nombre de Fonte dos Cabalos”, explica Aldao.
El investigador fecha su inauguración en 1892 y destaca que aunque la invención del motor de explosión [crucial para el desarrollo del coche] dejó enseguida obsoleto el transporte a caballo, la fuente siguió en servicio de manera ininterrumpida durante casi 100 años. Fue en 1982 cuando el agua dejó de salir por su canalón. “Fue por una obra de ensanche de la carretera, que debió afectar al manantial”, cuenta Manuel Aldao. Durante años cayó en el olvido y quedó enterrada bajo la maleza. “Hablé con todos los alcaldes de Bueu desde entonces hasta la fecha para que intentasen recuperarla. En el segundo mandato de Xosé Novas [entre 1995 y 1999] se limpió y acondicionó, aunque sin agua”, recuerda.
El actual alcalde de Bueu, Félix Juncal, vio en el proyecto de la senda peatonal entre Trasouto y A Portela, que ejecutó la Consellería de Infraestruturas, la oportunidad ideal para culminar esa recuperación. La fuente ahora mismo está conectada al cercano depósito municipal de Castrillón, situado justo por encima, y que le suministra el agua. Es una solución “temporal” porque la intención del Concello es buscar en la zona un manantial propio para la Fonte dos Cabalos.
La estructura de piedra que se puede ver hoy en día es la original, con 130 años de historia. Se pueden apreciar una serie de “troneras”, que son huecos en la piedra a través de los que se podía introducir la mano o una herramienta para limpiar el canalón del agua. “El muro de piedra que se extiende hacia la derecha antiguamente era más grande, llegaba hasta la actual pared de hormigón que se construyó más arriba para contener el talud”, recuerda Manuel Aldao.
La obra de la senda peatonal sirvió para completar el círculo histórico de esta fuente: nació con la propia carretera; 90 años después se quedó sin agua por una obra vinculada al vial y ahora, otro proyecto relacionado con la PO-551, sirve para que recupere el suministro. Parte de esta historia centenaria se recogerá en una placa que se colocará en la zona.
Ahora los “carros” funcionan con otro tipo de “caballos”, que en vez de agua beben combustible... Al menos hasta que se complete la transición hasta el vehículo eléctrico. Pero esa ya es otra historia.