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Aura abandona el contrato eléctrico de Moaña que garantizaba energía verde ante la subida de la luz

El Concello de Moaña lleva meses sustituyendo a tecnología de bajo consumo todos los puntos de iluminación pública. / G. Núñez

Entre septiembre de 2019 y febrero de 2021 el Concello de Moaña tramitó una compleja licitación de un macrocontrato de suministro eléctrico para todo el consumo municipal, que solo permitía a las empresas candidatas abastecerse de fuentes renovables, lo que implicó incluso un contencioso administrativo por parte de Naturgy. Solo unos 10 meses después de que la adjudicataria de tres de los cinco lotes se hiciese cargo del suministro –Aura Energía– todo el proceso se vino abajo, debido a que la propia compañía remitió una carta al Concello anunciando la “suspensión de la ejecución” del contrato y el traslado de “los diferentes puntos de suministro de electricidad a la compañía comercializadora de referencia”. Alega que no puede asumir los precios pactados ante la “sobrevenida, súbita y desproporcionada subida de precios del mercado eléctrico”. Esto, en la práctica, hace que desde el 8 de diciembre la electricidad de Moaña la suministre de nuevo Naturgy, una empresa que no había podido participar en el concurso público al no garantizar la etiqueta verde de todas sus fuentes.

El Concello de Moaña ha devuelto en enero las primeras facturas recibidas por “Comercializadora Regulada Gas&Power”, del grupo Naturgy, “porque no tenemos ningún contrato con esa empresa”. El pasado mes la administración local respondió a Aura Energía que estaba incumpliendo unilateralmente el contrato firmado. Por lo tanto al pleno de esta tarde entra por vía de urgencia el inicio de la resolución del contrato. El Concello tratará, con este trámite, de incautar la garantía puesta como aval y se reserva el derecho a exigir indemnizaciones a Aura Energía.

La resolución de este contrato, una vez pase un plazo de 10 días para las alegaciones de la empresa eléctrica, podría conllevar también la prohibición de contratar con el Concello de Moaña para Aura Energía durante un plazo de tres años.

Desde el bipartito el concejal de Facenda, Aldán Santamarina, no oculta el contratiempo que supone la decisión de la empresa adjudicataria “porque tumba nuestro objetivo principal, que pasa por lograr solo fuentes de energía renovables y contribuir a reducir la huella ecológica, además de lograr un precio estable en las facturas”. Entiende, Santamarina, que el incremento de precios no es una causa que permita el abandono del contrato.

El bipartito asegura que buscará iniciar de nuevo este complejo macrocontrato de licitación, “aunque será complicado hacer unos pliegos de condiciones precisamente por los precios altos actuales de la luz. Tenemos que buscar una fórmula que nos permita adoptar un precio variable”.

El contrato al que Aura Energía renunció 10 meses después de su firma ascendía a un importe de 1.172.195 euros y su duración era de cuatro años. Aura Energía se hizo cargo de los lotes 3, 4 y 5 del concurso, que suponían el 88% del total del contrato. La suma de los tres lotes suponían al año un gasto de 293.048 euros sin IVA y libraría al Concello de estar a expensas de las fluctuaciones del precio de la luz. Además, se buscaba romper con “una renovación automática por costumbre con la empresa que suministraba la electricidad año tras año”, en palabras del propio Santamarina.

Aura Energía ya renunció a contratos con otras administraciones, como el suministro del propio Senado, que pasó a Iberdrola por vía de urgencia.

Cola de clientes en la oficina de l compañía eléctrica en Cangas.

Quejas por las colas ante la oficina eléctrica en Cangas

Las últimas facturas eléctricas han devuelto las colas de clientes a la oficina de la comercializadora eléctrica Naturgy en Cangas, como en el resto de oficinas de la entidad en Galicia, y, por consiguiente, las quejas de los usuarios, que aseguran que es la única que existe para todo O Morrazo. Aseguran que para poder ser atendidos en sus reclamaciones tienen que hacer largas esperas, incluso ha pasado el caso de tener que volver al día siguiente porque cuando llega el turno ya es la hora de cierre de la oficina, que abre de 09:00 a 17:00 y está atendida por dos personas. Los vecinos que estos días acuden a la rúa Baiona no solo lo hacen para aclarar cuestiones de la lectura, por la subida del importe, sino también por otras cuestiones. La gran mayoría tiene que esperar de pie, hay un banco en la acera pero con capacidad para poco más de dos personas. Desde la compañía aseguran que la mayor afluencia de estos días a las oficinas se debe a la llegada de la última factura del suministro de enero. Explican que el objetivo de la empresa es poder tener tiendas lo más cerca posible de los clientes, aunque no pueden tener una por localidad y recuerdan la importancia de que además de la asistencia presencial hay otros canales de atención como el telefónico, el correo electrónico o la cita previa. Señalan que en las colas también ha influido el COVID ya que al ser oficinas pequeñas, solo se permiten entrar a dos personas a la vez.

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