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La Mancomunidade logra permiso para hacer compost y quiere probar el colector marrón en Bueu y Cangas

Restos vegetales apilados en la zona de la nave de compostaje de la planta de A Portela. | // G.NÚÑEZ

La Mancomunidade do Morrazo ya tiene autorización de la Consellería de Medio Ambiente para fabricar compost en las instalaciones de la planta de A Portela, una solicitud que tramitó en primera instancia la empresa Recolte y que luego continuó la actual concesionaria, Urbaser. El permiso otorga la certificación como gestor de valorización para la elaboración de fertilizantes con biorresiduos recogidos de manera selectiva. Al mismo tiempo, desde el ente supramunicipal concurre a una línea de subvenciones de la consellería para implantar un plan piloto para la testar el funcionamiento de los nuevos contenedores marrones en la comarca. Si la petición es aprobada se colocarían en puntos del centro urbano de Bueu y Cangas.

Estos nuevos contenedores están reservados únicamente para los restos orgánicos, que son los mismos que se pueden depositar en un compostero: frutas, verduras, pescado y espinas, restos de comida, posos de café e infusiones, cáscaras de huevo y frutos secos, papel blanco de cocina, carne, huesos y pan. Su funcionamiento es diferente al resto de contenedores ya que su uso no es abierto, sino que tendrán una cerradura y para poder abrirlos será necesario disponer de una tarjeta electrónica o de una llave. “Es una forma de asegurar que los restos que se depositan son los adecuados y que sirven para elaborar compost”, explican desde la Mancomunidade do Morrazo.

La Mancomunidade do Morrazo acaba de recibir un lote de contenedores verdes de carga trasera. GONZALO NUÑEZ

Es preciso diferenciar bien estos nuevos colectores de los actuales verdes, que erróneamente a veces también se asocian a los residuos orgánicos. El verde en realidad es para la fracción resto, que incluye los residuos domésticos de rechazo o que quedan después de separar envases, papel y cartón, vidrio y los propios restos orgánicos.

El ente supramunicipal tiene muchas esperanzas de que su programa piloto sea uno de los seleccionados por la Consellería de Medio Ambiente, que acaba de ampliar el plazo para acogerse a estas subvenciones hasta el 22 de febrero. “Se trata de una convocatoria no competitiva y fuimos de los primeros en presentar la solicitud, que entendemos que cumple con todos los requisitos porque no se nos solicitó ninguna corrección o cambio”, explican.

Un camión de Urbaser vacía un contenedor verde o de fracción resto en Bueu. GONZALO NUNEZ

Entorno de las plazas

En caso de que el proyecto sea uno de los seleccionados los contenedores marrones se ubicarían en áreas muy concretas, tanto para facilitar su mantenimiento y recogida como para testar su funcionamiento. En el caso de Cangas, la intención es colocarlos en los alrededores de la plaza de abastos y en Bueu a lo largo de la Avenida Montero Ríos, donde está también su mercado de abastos.

El presidente de la Mancomunidade do Morrazo y alcalde de Bueu, Félix Juncal, recuerda que la apuesta por el compostaje “no tiene vuelta atrás” y recuerda que es la propia legislación, tanto estatal como de la Unión Europea la que “obliga” a los ayuntamientos a compostar un porcentaje de sus residuos. “De alguna forma es un espaldarazo al proyecto que impulsaba la Mancomunidade do Morrazo en sus orígenes; es una pena que hayan tenido que pasar casi 30 años para volver al punto de partida”, afirma Juncal.

Uno de los lugares en los que se quieren probar los nuevos colectores marrones es el entorno de las plazas de abastos. GONZALO NUÑEZ

En ese proceso es fundamental disponer de la autorización como gestor de valorización de residuos. Un trámite que inició en el año 2017 y que culminó recientemente Urbaser. En el expediente se describen las instalaciones dedicadas al compostaje en el complejo de A Portela y el espacio principal es una nave cubierta y abierta por tres de sus costados, con una altura de siete metros y una superficie superior a los 1.000 metros cuadrados.

El material para compostar se repartirá a lo largo de ocho pilas de 16 metros de longitud, 3,5 de ancho y 1,6 de altura. La planta dispone de un espacio de 350 metros para el cribado del compost, donde se realiza la separación de otro tipo de materiales de mayor tamaño de partícula.

En la autorización se acredita que el complejo de A Portela dispone de la maquinaria específica para el tratamiento del material para el compost, como una pala de carga, una volteadora lateral, un remolque para esparcir abono o una trituradora de restos vegetales. Esta maquinaria se completa con un “trommel” fijo con una malla de 15 milímetros, en el que se deposita el compost a través de una tolva y cinta transportadora, y una mesa densimétrica para completar el proceso de afino del material resultante. Para su postmaduración hay una superficie de 247 metros cuadrados, con solera de hormigón y un sistema de recogida de aguas.

La puesta en marcha de todo el sistema de compostaje es fundamental para la Mancomunidade do Morrazo porque servirá para cumplir con los objetivos ambientales de la Unión Europea (UE). Una vez que esté en funcionamiento y se produzca el primer compost será necesario remitir una muestra a la Consellería de Medio Ambiente para que realice una analítica a ese producto final.

Vecinos de Bueu recogen esta semana dos biotrituradoras. | // FDV

Llamamiento a los vecinos a utilizar las biotrituradoras

La Mancomunidade do Morrazo tiene a disposición de los vecinos una serie de bitrituradoras para el tratamiento de restos vegetales y de podas. El objetivo es que este tipo de residuos acaben en el contenedor de la basura y recuerdan que una de las medidas previstas en la legislación para un futuro muy próximo pasa por la prohibición de quemar los restos agrícolas. Cada uno de los concellos dispone de tres biotrituradoras, que fueron adquiridas el año pasado con una subvención de la Consellería de Medio Ambiente. Su utilización resulta muy sencilla y el préstamo es completamente gratuito, tal como subrayan desde la Mancomunidade.

Lo único que deben hacer los interesados es acudir a cada uno de los consistorios y presentar una solicitud. En cuanto haya disponibilidad los vecinos podrán pasar a recoger la máquina, que podrán usar durante varios días. Los restos obtenidos después de la trituración se pueden usar como estructurante para el compost o como “mulching” o acolchado para árboles o plantas.

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