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Martín Souto toma impulso para volver al hielo

Martín Souto, con la equipación oficial de la federación, y una carrilana en su domicilio en Bueu. | // G.N.

Mañana comienzan los Juegos Olímpicos de invierno, que en esta ocasión se disputarán en Pekín. España contará con una delegación de catorce deportistas en modalidades como el skeleton, snowboard, esquí o patinaje. No habrá ningún representante en bobsleigh, una atractiva modalidad que podría ser el equivalente a la Fórmula 1 del hielo. A lo mejor en 2026 la situación podría cambiar. El joven piloto bueués Martín Souto, considerado como una de las promesas de esta especialidad, se está preparando para volver a las pistas con ese objetivo.

Martín Souto Otero quiere volver a subirse al bobsleigh y descender a velocidades vertiginosas por un circuito de hielo. El joven piloto bueués se tomó un largo periodo de descanso, tanto por los problemas para encontrar financiación como por la actual situación de la pandemia. Su objetivo y el de la Federación Española de Deportes de Hielo está en los Juegos Olímpicos de invierno del año 2026, que se disputarán en Milán (Italia).

El joven probó esta disciplina deportiva con apenas 15 años y ahora ya tiene 22, lo que implica un cambio fundamental. “Hasta los 18 compites en ‘monobob’, que es un trineo de una plaza. A partir de esa edad tienes que pasar a uno de dos o de cuatro plazas”, explica. Eso significa que hay que buscar un compañero de equipo con las mismas ganas de entrenar, progresar e implicarse en un deporte que en España es minoritario. Tanto Martín como la federación española creen que ya ha llegado el momento de volver a intentarlo. “El objetivo de esta temporada es preparar y coordinar el equipo porque el bobsleigh a dos es un trabajo que debe hacerse en común”, afirma Souto.

Martín Souto en un monobob cuando competía.   | // CEDIDA

Martín Souto en un monobob cuando competía. | // CEDIDA

El piloto bueués llegó a participar en los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2016, disputados en Lillehammer, y realizó descensos en los principales circuitos europeos. En aquellos Juegos hizo historia porque fue el primer español en tomar parte en esta competición en monobob y concluyó en una más que meritoria decimoquinta plaza. Su última competición fue a finales de 2016 en Austria. Durante aquella época coincidió en algunas competiciones con Ander Mirambell, uno de los referentes en los deportes de invierno en España en la modalidad de skeleton.

Desde entonces no ha podido volver a subirse al bobsleigh, aunque no se ha quedado parado. “Durante todo este tiempo seguí preparándome a nivel físico y formo parte del Vila de Cangas de atletismo, donde me prepara Juan Ramilo”, explica. De hecho, hace dos años consiguió el campeonato autonómico sub 23 de los 200 metros lisos.

La Federación Española de Deportes de Hielo se fijó en Martín Souto en un descenso de carrilanas en Valdoviño, donde también se celebraba el Campeonato de España de Empuje. Las habilidades del joven bueués encandilaron a los técnicos, que lo enviaron junto a otros deportistas a sacar la licencia de piloto de bobsleigh en Insbruck (Austria). El bueués y su familia son grandes aficionados a las carrilanas y él enseguida se adaptó a un trineo y a unos circuitos en los que se superan los 100 kilómetros por hora.

Una captura del vídeo de la bajada de ayer del piloto de Bueu, Martín Souto, en la pista suiza de Saint Moritz. Fdv

La búsqueda de patrocinios

El regreso no será sencillo. Y no precisamente por el tiempo sin competir. El problema es encontrar la financiación y el compañero para formar un tándem que debe compenetrarse a la perfección. Desde la federación española son optimistas y apuestan “por comenzar un nuevo proyecto, que mantiene las bases del anterior y una estructura que hasta ahora ha seguido funcionando con el deportista Israel Blanco en parabobsleigh”.

Los deportes de invierno son aún minoritarios en España y más aún en esta modalidad, en la que la delegación española no contará con ningún representante en los Juegos Olímpicos de invierno que arrancan mañana. Esto implica grandes dificultades para encontrar patrocinadores y apoyos económicos. Martín y su familia acaban de lograr el apoyo de Trend Micro, una multinacional centrada en el desarrollo de software informático para seguridad cibernética. “Tenemos muchas esperanzas, pero no podemos depender de un único patrocinador. Estamos hablando de un gasto anual que puede andar entre los 50.000 y los 60.000 euros anuales”, explica su madre, Pilar Otero.

Martín Souto en Igls, en Austria, con uno de sus compañeros en el "bobsleigh" con el que sacaron la licencia de piloto.

Martín Souto en Igls, en Austria, con uno de sus compañeros en el "bobsleigh" con el que sacaron la licencia de piloto. Cedida

Las aspiraciones olímpicas de Martín Otero pasan por volver a competir y acudir a los descensos que se organizan a lo largo de la temporada en distintos puntos de Europa, como Noruega, Suiza o Austria, entre otros lugares. Eso significa largos desplazamientos, entrenamientos, alojamientos, gastos de material... “El objetivo de los Juegos Olímpicos de 2026 está ahí. Esto es una carrera de fondo, los circuitos no han cambiado y el bobsleigh tiene algo parecido a la bicicleta, una vez que aprendes a montar ya no se olvida”, concluyen desde su entorno familiar.

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