La sexta ola de la pandemia de COVID-19 sigue sin dar tregua a O Morrazo. Después de acumular, a comienzos de semana, cuatro días de bajada, los efectos de las reuniones familiares durante las navidades se empiezan a dejar sentir con fuerza, debido también a la inclusión en las estadísticas oficiales de los “autotest” de antígenos realizados por los vecinos. Por segundo día se disparan los casos positivos, con un total de 83 nuevos infectados a lo largo del último día. Los datos del mapa del Sergas reflejan 1.696 vecinos confinados tras haber dado positivo, con un incremento en los tres municipios. Vuelve a recogerse un desfase importante con respecto a los datos que las Estructuras Organizativas de Xestión Integrada (EOXI) de las áreas sanitarias de Vigo y Pontevedra remiten diariamente a los Concellos. En este caso se recogen 1.461 casos, con 196 más el último día.
El Sergas reflejaba ayer en su mapa un total de 855 contagios detectados en Cangas, 33 más en las últimas 24 horas. Con los nuevos criterios de incluir los “autotest” son ya 566 los cangueses que se han contagiado de COVID en la última semana. La incidencia acumulada en Cangas asciende a 3.221 casos por cada 100.000 habitantes.
Moaña suma ya 573 vecinos con coronavirus, con un incremento de 40 casos en el último día. Son 417 los moañeses que se sumaron a la lista de personas confinadas en los últimos 7 días. La incidencia está ya en 2.954 en la villa moañesa.
En Bueu, por su parte, se registraron 10 contagios más el último día, totalizando 268 contagiados. En esta villa son 174 los vecinos que acabaron contrayendo el virus a lo largo de la última semana. La incidencia acumulada en Bueu asciende ya a 2.232 casos por cada 100.000 habitantes.
Entre todos estos positivos se encuentran también los casos detectados en el cribado gratuito mediante test de saliva que la Xunta de Galicia está realizando en el Centro Social de Cangas. Comenzaron estas pruebas el miércoles y ahora se ampliarán a la jornada del sábado por la mañana y al lunes. Ayer fueron testadas un total de 194 personas de los que 18 arrojaron un resultado positivo. Esto supone que desde el miércoles este cribado gratuito identificó a 61 vecinos contagiados de coronavirus. Hasta que finalice el proceso el próximo lunes se espera que pasen por el Centro Social de Cangas un total de 600 personas que solicitaron cita previa.
La noticia que más asusta de la evolución de la sexta ola en este comienzo del año es que esta misma semana el COVID-19 regresó a la residencia de mayores de Aldán, la única instalación de este estilo en O Morrazo. El miércoles se detectó el primer caso en esta dotación desde la primavera de 2020. Después de un fuerte brote que acabó con numerosos fallecidos, el geriátrico cangués acabó siendo intervenido por la Xunta durante semanas y DomusVi aplicó entonces estrictos protocolos que evitaron nuevos contagios a partir de la segunda ola. Ahora, cuando las nuevas variantes tienen un grado de transmisión más elevado, vuelven los casos.
Las familias de los residentes en el centro de Aldán tenían ayer notificados ya 7 positivos, lo que supone un nuevo brote. Por suerte, como ocurre en la inmensa mayoría de casos, los afectados están asintomáticos o con síntomas leves.
En la residencia de Aldán se realizan test continuos tanto a mayores como a trabajadores, por lo que no se descarta que se detecten más casos en los próximos días.
Vellez Digna
Ante el regreso de la pandemia de coronavirus al geriátrico de Aldán, desde la Asociación Vellez Digna aseguraron ayer que tienen constancia de incumplimientos en algunos protocolos.
Este colectivo de familiares de usuarios de residencias solicita que se cumplan requisitos de limpieza y desinfección como establecer circuitos diferenciados de ropa sucia, para no mezclar la de aquellos que se han contagiado con el resto. También reclaman que el personal que atiende a los positivos y a los demás internos sea distinto y que estos grupos de trabajadores no compartan el mismo vestuario.
Vellez Digna critica también la “falta de control” por parte de la Xunta de las residencias y pide una mayor implicación del gobierno gallego para controlar el cumplimiento de los protocolos.