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Moaña informa a los vecinos de que es obligatorio confinar sus aves de corral

Aves, esta semana, en el terreno de una vivienda unifamiliar de O Morrazo. | FDV

La crisis abierta por el actual brote de gripe aviar que causa una alta mortandad en aves de toda Europa se deja sentir en Moaña. Aunque no se notificó ningún caso en Galicia, la Consellería de Medio Rural sorprendió este miércoles ordenando a los vecinos que recluyan a cubierto a sus gallinas y otras aves de corral como patos u ocas. Incluyó a Moaña en la lista de 34 municipios con alto riesgo de contagio de la gripe aviar debido al paso de aves migratorias por zonas de tanta riqueza natural como la ensenada de San Simón. Moaña, al igual que Marín, son consideradas Zonas de Especial Vigilancia (ZEV). Ayer la alcaldesa, Leticia Santos, emitió un bando para difundir estas órdenes de la Xunta entre los vecinos y que adopten las medidas exigidas con sus aves.

Esta comunicación desde el Concello es vital pues el propio miércoles, cuando se conoció la decisión de “confinar” a patos o gallinas, FARO contactó con muchas familias que crían estos animales para autoconsumo de carne o huevos y ninguna había sido notificada desde la Xunta, desconociendo la necesidad de encerrar a sus animales por este problema.

El Concello sí fue informado para trasladar la nueva situación a los vecinos y el bando que la alcaldesa hizo ayer público y difundió en las redes sociales del Concello pide que recluyan las aves de corral en instalaciones cerradas y bajo techo, con la única excepción de que cuenten con telas para pájaros o cualquier dispositivo que impida el acceso de aves silvestres al interior de las instalaciones. También queda prohibido darle a las aves de corral agua procedente de depósitos superficiales, fuentes u otros orígenes a los que puedan acceder las aves migratorias.

También está prohibido el uso de reclamos de caza y la cría de patos, ocas y gansos junto con otras especies como las gallinas.

Esta normativa temporal, sin embargo, no afecta a los corrales familiares de Cangas y Bueu, pese a que en el primero existen zonas como la laguna de “A Congorza”, por donde también pasan muchas aves habitualmente.

El virus de la llamada gripe aviar se detectó por primera vez en 1996 en gansos en China. El serotipo circulante este invierno por Europa no dejó evidencias de transmisibilidad a las personas, pero sí afecta gravemente a las propias aves.

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