La pandemia sitúa a más de 6.000 familias de O Morrazo al borde de la pobreza

Alumnos del colegio de Seara realizaron, a mediados de mes, una recogida de alimentos para los vecinos en apuros económicos. | G.N. / Fran G. Sas
El año 2021 está suponiendo una paulatina creación de empleo en O Morrazo que permite remontar, poco a poco, lo más duro de la crisis económica que la pandemia provocó en 2020. La comarca no fue ni mucho menos ajena a esta situación y el año pasado conllevó una disminución media de los ingresos de cada unidad familiar de hasta 78 euros al mes, quedándose en 2.163 euros. Divididos por persona, la bajada de ingresos fue de 25 euros, con una media de 826 euros por cada miembro de la familia. Estos datos demuestran que muchas personas quedaron a cargo de quién consiguió mantener el puesto de trabajo, pues aquellos que no perdieron su empleo el año de la pandemia apenas vieron reducidos sus salarios una media de 11 euros. Más grande fue la caída en la mediana de ingresos, que pasó de 2.147 a 1.983 euros mensuales, es decir, 164 menos.
Esta merma de los ingresos medios se tradujo, automáticamente, en un incremento de la tasa de riesgo de pobreza. El Instituto Galego de Estatística (IGE) hizo públicos ayer los datos de su encuesta estructural de hogares, que refleja que el número de hogares de O Morrazo es de 30.809, unos 749 menos que hace una década. En el año 2020 la tasa de riesgo de pobreza escaló hasta un 19,76% de ellos, lo que supone más de 8 puntos en un solo ejercicio y sitúa a la economía de la comarca a los mismos niveles que en los peores años de la crisis de la pasada década.
Estas cifras son todavía peores acudiendo a los datos recopilados por la “Estrategia Europa 2020” para superar las consecuencias de la pandemia. Reflejan que un 23,13% de los hogares morracenses están en riesgo de exclusión social o en riesgo de pobreza, lo que supone 7,3 puntos más en un solo año. Esto implica que dos de cada 10 familias de la zona tienen riesgo de caer en la pobreza.
En números absolutos, hasta 4.334 hogares más pasaron de llegar a fin de mes con facilidad a declarar que ahora lo hacen con “dificultades”. Son en total 13.389 las familias en esta situación. Peor lo están pasando las 1.117 familias que tienen graves dificultades para llegar a final de mes, una cifra que se incrementó en 243 unidades en el año de la pandemia. En total, cerca de la mitad de las casas morracenses pasa dificultades para estirar su sueldo hasta final de mes.
A estos problemas económicos se le suma que 3 de cada 10 hogares dependen al 100% de prestaciones públicas. Casi el 46% de todas las familias tienen una prestación de este tipo que supone más de la mitad de los ingresos que llegan a casa. En cifras totales son 14.119 las casas que dependen de prestaciones en su mayor parte y 9.931 para las que estos ingresos suponen el total del dinero que perciben.
En total un 40% de las unidades familiares de la comarca, es decir, más de 12.000, reconocen que ahorran en alimentos o reparaciones indispensables en casa por problemas económicos. Esto supone 1.036 casos más que antes de que la pandemia de COVID-19 hiciese su aparición. En cuanto al gasto en hipoteca, son cerca de 6.200 las familias que están pagando su vivienda principal de esta forma.
Menos paro
Las cifras económicas de O Morrazo deberán presentar, en los próximos meses, una mejor cara de la que dejó 2020, y es que la creación de empleo no ha parado de subir a lo largo de los últimos meses, aunque habrá que esperar a ver cómo afecta esta sexta ola de la crisis sanitaria.
Los últimos datos oficiales de desempleo, correspondientes al mes de noviembre, marcaron un hito. Y es que por primera vez desde hace 22 años –los registros municipales se remontan a 1999– la comarca creó puestos de trabajo en el mes de noviembre. En total la cola del paro bajó en 49 trabajadores a lo largo del penúltimo mes del año, situando en 5.296 el número de morracenses que estaban hace un mes anotados en la Oficina de Emprego.
El número de viviendas con un solo residente vuelve a crecer y ya representa el 20%
La estructura de los hogares en O Morrazo está cambiando a un ritmo acelerado, debido a cambio de hábitos y estilos de vida, más allá incluso de las condiciones económicas. Así, hasta 2 de cada 10 casas están ocupadas por solo una persona, una cifra similar a la de hace una década pero que en el año de la pandemia se incrementó en más de 3 puntos. Son 6.444 los morracenses que viven en soledad. Si bien muchos son jóvenes, también es verdad que esta situación afectada a mucha gente mayor que se queda viuda. No en vano, la edad media de los hogares unipersonales se sitúa por encima de los 63 años. Cayeron por debajo del 30% las familias con dos miembros y las integrados por tres miembros representan un cuarto del total de unidades familiares, igual que aquellas casas con cuatro o más personas residiendo. El envejecimiento de la pirámide poblacional de la comarca se aprecia también en que 5.173 casas cuentan con dos o más personas que superan la edad de 65 años, lo que supone un crecimiento de 1.416 en la última década. Por contra, aquellas familias con un integrante menor de 16 años ya solo suman 7.484, representando el 25% del total. Esto supone que hay 2.233 familias menos que a comienzos de la pasa década con un integrante de menos de 16 años. Eso sí, el incremento de la edad media de la comarca no está, ni mucho menos, reñida con el manejo de las nuevas tecnologías. Hasta el punto de que el 80 de las familias dispone de una conexión a internet, casi el doble que en 2012. El porcentaje de casas con al menos un ordenador subió también hasta el 68%.
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