Una veintena de vendedoras y vendedores de la plaza de abastos de Cangas interrumpieron a primera hora de la mañana de hoy las obras que realiza la UTE concesionaria del agua, por encargo del Concello, para canalizar las aguas fecales que desembocan en la playa de O Señal y que la Xunta urge solucionar antes de fin de año bajo advertencia de más sanciones al consistorio por incumplir la normativa sanitaria.

Las placeras se echaron a la calle pasadas las ocho y media de la mañana, al comprobar que el tramo de calle que mira a Eugenio Sequeiros estaba cortada por las zanjas que abría la maquinaria y los operarios de la empresa en fechas que consideran poco apropiadas para este tipo de trabajos, al coincidir con un repunte de ventas por la cercanía de la Navidad, aunque a primeras horas de la mañana la afluencia de clientes era escasa.

Desde el Gobierno local aseguran que las obras se demoraron para atender las urgencias de canalización de servicios en la calle Noria y en Espíritu Santo, que el miércoles es, con el lunes, el día de menor actividad en el mercado de abastos y que mañana quedaría solucionado el problemas. Aunque las vendedoras regresaron a sus puestos tras comparecer la Policía Local, la alcaldesa, Victoria Portas, confía en alcanzar un acuerdo para zanjar este asunto durante la mañana y evitar la reprimenda de Sanidade.