La Consellería de Infraestruturas está ejecutando una importante mejora de la seguridad varia en la carretera general, PO-551, para acabar con al Tramo de Concentración de Accidentes (TCA) de Domaio. Esta actuación se verá reforzada con otra obra que levantará una senda por la margen litoral entre A Moureira y Palmás. Tendrá espacio para peatones y para carril bici a lo largo de 1,7 kilómetros lineales, entre la altura de la playa de A Borna hasta conectar con la acera del área recreativa de A Cerradiña. Este proyecto permite solventar el único tramo de la carretera general de Moaña que todavía carece de aceras.
La Xunta tiene en marcha el proceso de licitación de estas obras, cuyo coste se calcula en 1,6 millones de euros. Finalmente siete empresas presentaron sus ofertas para convertir la senda en una realidad. Se trata de una intervención recogida en el Plan de Sendas de la comarca de O Morrazo, que la Xunta desarrolla en los distintos ayuntamientos y que prevé construir más de 8 kilómetros de trazados seguros, sostenibles e integrados en el paisaje. Para toda la comarca la inversión autonómica superará los 5 millones de euros, cofinanciados con los fondos europeos FEDER 2014-2020.
La senda prevista estará integrada por un total de 15 tramos distintos. Cinco serán en voladizo sobre el mar, al no ser posible realizar el movimiento de tierras necesario para hacerla íntegramente por tierra. La construcción de la estructura en voladizo estará apoyada por la propia plataforma de la carretera.
Solo en las obras para atajar el TCA de Domaio, Infraestruturas ya está invirtiendo unos 572.000 euros y los trabajos finalizarán en la primavera. La principal estructura, ya en construcción, será la nueva rotonda en el cruce de bajada al muelle de bateeiros. Además, se ensancharán y mejorará la seguridad de muchos cruces con la carretera general así como de los pasos de peatones. Hasta seis de estas zonas de cruce tendrán iluminación inteligente.
