El PP de Cangas lleva “años avisando de la situación de peligro” en las instalaciones de Ojea que utiliza el Concello, y en particular la conocida como “nave de Córdoba”, que la Policía Local y operarios municipales han precintado y vallado para disminuir los riesgos a usuarios y transeúntes. El portavoz de los populares, José Enrique Sotelo, tacha la situación de “vergüenza” y asegura que la parte superior de la fachada de piedra está desplazada desde hace dos años, el mismo tiempo que lleva “desmoronándose” una parte del tejado. Recuerda que el PP ya llevó este asunto a Pleno en varias ocasiones, la más reciente a través de una moción que se debatió en la sesión ordinaria de noviembre en la que se instaba a “tomar medidas inmediatas para recuperar la cubierta y evitar el derrumbe”, así como a cumplir el acuerdo adoptado en mayo por la Corporación en el mismo sentido. Aunque fue aprobada, en la práctica no ha servido de nada porque el “goberniño de okupas” no actúa y opta por echarle la culpa a Costas.
“Vergüenza que no tienen”, arremete Sotelo, quien asegura que la referida nave “está cedida al Ayuntamiento desde 2013 y la han estado usando hasta de perrera”, entre otros fines no incluidos en las condiciones del acuerdo. Cree que el Gobierno local busca “blanquear otra negligente actuación” con respaldo mediático, mientras la ciudadanía de Cangas “está harta de titulares, pintura y victimismo bolivariano”. El cabeza de lista del PP exige “responsabilidades políticas” y pide a los gobernantes “que expliquen en qué se gastaron más de 110 millones en seis años”. Ironiza con que son “las estacas de oro de Rodeira y las facturas del asesoramiento a la Alcaldía” las que absorben el dinero para reparar la nave.
