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“El primer tripulante del narcosubmarino estaba exhausto, lo rescatamos del agua”

Los acusados, ayer en el banquillo, durante la segunda sesión del juicio en la Audiencia. | // R.VÁZQUEZ

Segunda jornada del juicio por el alijo de tres toneladas de cocaína halladas a bordo del primer narcosubmarino enviado desde Sudamérica cargado de cocaína a Europa. Una sesión en la que siguieron desfilando ante el tribunal agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional que participaron en la investigación. Dos de los testimonios fueron los de la pareja del Instituto Armado que fueron los primeros en descubrir a los tripulantes y al artefacto, al que apenas llegaron a ver. Los agentes relataron las condiciones en la que llegaron los tripulamentes del semisumergible. “El primer tripulante estaba exhausto, lo tuvimos que rescatar del agua”, afirmaron ayer en la Audiencia.

Aquella oscura madrugada de temporal del 24 de noviembre de 2019 ambos estaban de servicio cuando fueron comisionados por la central de la Comandancia de Pontevedra para que “vigilásemos la zona de la costa de Aldán” ante la posible llegada de una “embarcación inusual”. No recibieron más indicaciones.

Llegados a la zona de O Foxo, en el lado de la ría que se corresponde con la parroquia de O Hío, lo primero que les llamó la atención fue la presencia de un turismo, con las luces enfocando hacia la playa, las rocas y el mar, de madrugada y en una zona muy poco concurrida. Identificaron a este hombre, que resultó ser uno de los acusados, Rodrigo Hermida Bonilla, quien justificó su presencia en un lugar tan apartado diciendo que “había discutido con su novia y quería desconectar”.

Uno de los testigos durante su testimonio ayer, en la Audiencia de Pontevedra, en el caso del narcosubmarino de la ría de Aldán . | // R.VÁZQUEZ

Los agentes le pidieron ver el maletero y el hombre accedió. En el interior había tres bolsas con ropa deportiva y barritas energéticas. Lo identificaron y como no tenía nada pendiente lo dejaron ir. “Entonces no lo conectamos con nada” porque el submarino aún no había aparecido en este punto de la costa canguesa.

“Fue girar el coche para dar la vuelta y marcharse cuando vimos una luz en las rocas”, explicaron durante su testimonio los agentes de la Guardia Civil. Se acercaron y observaron tres siluetas: tres hombres enfundados en trajes de neopreno saltando entre las piedras de la playa de O Foxo (en Vilanova) y portando unos bultos. Los siguieron hasta la playa, los sospechosos los detectaron y salieron corriendo a pesar del grito de “alto a la Guardia Civil” de los agentes.

Los dos funcionarios del Instituto Armado, del departamento de seguridad ciudadana, avisaron a la Central y trataron de interceptarlos. Vieron como dos se escabullían entre las rocas y un tercero se lanzó al mar.

Cuando llegaron lo encontraron “muy cansado, exhausto, casi no podía salir del agua por sus propios medios, lo sacamos, lo llevamos a la playa y nos pidió descanso, dejamos que recobrara el aliento”. Era el primero de los tripulantes: el ciudadano ecuatoriano Luis Tomás Benítez. Los dos agentes apenas pudieron ver la naturaleza de la embarcación en la que habían llegado. “Era de noche, no la divisábamos”, relataron. Aún no sabían que eran los primeros en estar ante un narcosubmarino fletado para traer un gran cargamento de droga a las costas gallegas.

Ayer también declaró el agente que unas horas después se encontró con el segundo tripulante, Pedro Roberto Delgado, de la misma nacionalidad que el primer detenido. “Iba con el traje de neopreno, mojado, con la cara oleosa de aceite o combustible, con olor a gasoil, erosiones en las manos y acento sudamericano”. Sin duda era uno de los hombres que buscaban.

Cinco días después aparecía el tercer tripulante y presunto piloto del narcosubmarino: el vigués Agustín Álvarez, que estaba oculto en una vivienda que en aquel momento estaba vacía, situada muy cerca del lugar del hundimiento. “Todavía estaba con el neopreno puesto, olía a gasolina y tenía los labios cortados de no beber, nos lo llevamos al hospital”, relató un agente de la Policía Nacional.

La maniobra para reflotar el narcosubmarino en la ría de Aldán. GONZALO NUNEZ

Entre los agentes que declararon ayer estaba un mando de la Udyco de Pontevedra quien confirmó que, tras la aparición del narcosubmarino, constataron a través de diversos testigos que al menos dos de los acusados, Iago Serantes y Iago Rego, contactaron con una persona para hacerse con un barco en las jornadas previas a la llegada del sumergible que les permitiese “llevar ropa y víveres más allá de Cíes”. No pudieron conseguir su objetivo porque carecían del título de patrón de embarcaciones de recreo (PER). Al dueño del barco, además, “no le gustó nada el asunto, le pareció raro”.

También contactaron con otra persona para hacerse con un camión, pero se descartó al no tener el carné. Según el relato policial, los acusados aún intentaron alquilar una furgoneta tipo “pick-up” y un todoterreno. Indicó que esta unidad tenía ya información previa recabada en la provincia ante la posible llegada de un submarino con una importante carga de cocaína.

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