Instalda en el centro de la villa, la terminal de la estación de autobuses es punto de referencia para mucho. Es dónde está también tiene sus oficinas Portos y Turismo, que se mantienen, a pesar de que en un principio se abría la posibilidad a que desaparecieran. Pero no, se quedan en las reformadas instalaciones de unas obra que la Consellería de Infraestructuras anunció que comenzarían en el mes de marzo. En el mes de abril, cando se estaba redactando el proyecto de construcción, la previsión era que los trabajos comenzaran en octubre. Sin embargo hay un retraso significativo y también una rebaja en las amplias pretensiones que al principio barajaban las dos adiministraciones, Xunta y Concello, cuyos técnicos trabajaron conjuntamente. Lo cierto es que el proyecto inicial preveía la demolición de la isleta central, que se recortó nada más. También los técnicos estudiaron alternativas al carril bici actual, que pasar justo por detrás de la estación de autobuses. La intención de la Consellería de Infraestructuras, tal y como mencionó su titular Ehtel Vázquez hace quince días en Cangas, es que la obra esté finalizada a comienzos de verano, que es cuando más ajetreo tiene esta terminal. El aumento de pasajeros guarda relación también con el número de turistas y de viajeros que llegan a Cangas a través del transporte marítimo. A Infraestructursa no le consta que haya ninguna queja sobre la falta de coordinacion de horarios entre salidas y llegadas del transporte marítimo y las del transporte terrestre. Sin embargo, el BNG presentó una moción al pleno en la que aludía a esta circunstancia, que se da más en invierno que en verano.
El silencio del grupo municipal del PP y también de los demás grupos municipales respecto al cierre de la estación de autobuses es significativo. Porque todos estuvieron de acuerdo en su momento en llevar a los tribunales a la concesionaria de la estación, Transporte la Unión, cuando decidió poner peligro debido al peligro que suponía que los turismos y los peatones entraran en la zona de maniobra de los autobuses y en las dársenas. Y se ganó en los tribunales. Sin embargo, ahora todo el mundo parece de acuedo con la lógica, que es colocar barreras. Algo debió de cambiar en todos.
