“Pensábamos que nos íbamos a librar del COVID, pero sigue ahí”, asegura el jefe de servicio del centro de salud de Cangas, Benigno Villoch, que ayer confirmaba, aunque con la tranquilidad porque la vacunación, sea de la farmacéutica que sea, está causando sus efectos de protección, un aumento de contagios en este municipio. Cangas ya pasó del estancamiento de menos de 9 casos en el que permaneció en las últimas semanas a tener ayer 18, con un crecimiento esta semana de cuatro, cinco o tres casos más por día.

De todas formas, Villoch asegura que se trata de personas todas vacunadas que llegaron al centro de salud con casuística de catarros o gripes que derivó en la realización de PCR y la confirmación de ser positivos de COVID. El jefe del servicio confirma que, por el momento, no hay casos disparados en la población infantil menor de 12 años.Reconoce que el COVID ha venido para quedarse, aunque no hay que volverse psicóticos, pero que lo ideal es que toda la población estuviera vacunada.

En cuanto a Moaña, ayer volvió a incrementarse el número de casos positivos, con cinco más y 28 en total; y Bueu repite con 11 casos. La incidencia por cada 100.00 haitantes está en 139 en Moaña (riesgo medio); en 45 en Cangas y sigue en 92 en Bueu, ambos municipios en riesgo bajo de contagio.

La hostelería, pendiente

Por lo que respecta a las nuevas medidas de prevención del COVID, ante el aumento de la incidencia en Galicia, que ayer publicó la Consellería de Sanidade y que implican la reducción de la ocupación de mesas en hostelería de 10 a 8 personas máximo en interior y de 20 a 15 en el exterior, el presidente de los hosteleros de Cangas, Gustavo Soliño, asegura que no es una medida lesiva “pero cuando empezamos con restricciones ya te meten el miedo en el cuerpo. Las nuevas medidas entran en vigor a las doce de la noche de hoy. Esto empieza y nosotros siempre somos los primeros en las restricciones”. Aprecia que la gente está muy quemada, que se ha bajado la guardia y que de cara a las cenas de Navidad hay que reagrupar a la gente en varias mesas, si es que quiere. Piensa que se ha llegado a un momento en el que hay que empezar a ver con normalidad el COVID, consciente de que es duro para el que lo sufre o ha perdido a una persona, “pero hay que intentar normalizar la situación y convivir con este nuevo bicho, como hemos hecho antes con otros”.

Moaña se queda con solo un médico de tarde

El concurso de traslados entre los profesionales de la atención primaria ha perjudicado mucho a Moaña, sobre todo en el turno de tarde. De cuatro médicas, dos de ellas han solicitado plaza en otro centro por lo que el número de efectivos que pasan consulta se quedó en la mitad y desde el centro de salud explican que todavía no saben cuándo al Sergas cubrirá las plazas. A esto hay que sumar que para la semana uno de los facultativos disfrutará de unos días de permiso, por lo que una doctora tendrá que asumir las cartillas de los cuatro profesionales habituales, lo que sin duda acabará generando una larga lista de espera. En 2018 Moaña estuvo a punto de quedarse sin atención primaria de tarde en verano, aunque finalmente el problema se resolvió tras las protestas vecinales. Además, desde abril de 2020 los moañeses no tienen servicio de urgencias al centralizarse en el Punto de Atención Continuada (PAC) de Cangas.