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Domaio rescata la memoria de la primera escuela moañesa

Gallinas, ayer, alrededor de las ruinas de la que fue la primera escuela de todo Moaña. | G. NÚÑEZ

Todos los colectivos de la parroquia de Domaio han unido sus fuerzas para rescatar del olvido la historia de la primera escuela que existió en territorio moañés. Ahora mismo solo quedan unas pocas piedras en ruinas de lo que los vecinos de la parroquia siguen llamando “Escola Vella”, pero fue una institución abierta a comienzos del siglo XIX gracias al dinero otorgado en su testamento por Juan Antonio Rosales. Emigrante en Guatemala, en donde pasó casi toda su vida, Rosales dejó escrito que se donasen “2.000 pesos para una escuela de gramática latina y de primeras letras”, disponiendo que si era posible se eligiese para el cargo de maestro a algún pariente.

A iniciativa de la Asociación de Veciños Monte Faro, todos los colectivos presentaron un escrito al Concello para demandar la instalación de una placa y un acto institucional que rescate del olvido a la figura de Juan Antonio Rosales, el responsables de que en la parroquia los primeros niños comenzasen a tener una formación reglada.

Su testamento fue otorgado en San Salvador de Guatemala el 30 de mayo de 1786. La transferencia se envió a través de su corresponsal en Cádiz, quien demoró el envío a Vigo hasta 1809. Sin embargo, aunque con retraso, la suma fue invertida en la compra de los terrenos y en la construcción del lugar conocido como “Río do Bazo”. Para el maestro se destinaron 600 reales.

Monte Faro consultó la historia de esta escuela en los archivos municipales. Se desconoce el año exacto de fundación pero lo que sí se sabe es que en 1905 se acometió una ampliación del “Salón de clase” y también se construyó una vivienda para el maestro. Este proyecto de ampliación lo redactó el maestro de obras militares Salvador Ferrín. La obra la ejecutó el contratista de Domaio Francisco García Iglesias.

Para rescatar del olvido al artífice de la primera escuela moañesa, que se ubicaba cerca de la capilla de San Benito, se unieron a Monte Faro la Comunidade de Montes, la Agrupación Charaviscas, el Anpa O Picoto, A. C. Domaio, Poza da Moura, la Asociación de Veciños O Porto, el Domaio FC, el Club de Xubilados San Pedro, la Coral San Pedro, la Plataforma Cíes, Animodo, Punta Fondón y Arco da Vella.

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