En la última semana las carreteras generales de Moaña registraron tres accidentes de tráfico con motoristas implicados: uno en Tirán, otro en A Xunqueira y otro en Domaio. Esta situación se suma a los atropellos que se registran cada poco tiempo en el municipio. Ante ello y para intentar mejorar la seguridad viaria el Concello solicita a la Consellería de Infraestruturas que limite a 30 kilómetros por hora toda la carretera PO-551 a su paso por Moaña, así como la PO-313 en todos sus tramos que atraviesan núcleos de viviendas.
El concejal de Mobilidade, Rodrigo Currás, defiende que muchos de los accidentes que se registran en Moaña “serían evitables con una menor velocidad o por lo menos su gravedad sería menor”. Recuerda que desde el mes de febrero ya reclamaron esta modificación de la velocidad ante Infraestruturas por escrito “y de momento no hay respuesta. Entendemos que encajaría bien con las intervenciones que realiza la Xunta en los Tramos de Concentración de Accidentes (TCA) de Tirán y de Domaio. Mientras estudian la viabilidad de esta propuesta los accidentes no paran de ocurrir”, lamenta Currás.
En su escrito, el Concello argumenta que la nueva Ley de Seguridad Vial permite reducir a 30 kilómetros por hora la velocidad en travesías urbanas y señala como punto clave “la alternativa que existe de una variante para los conductores a través de la Autovía do Morrazo. De esta forma se contribuye también a liberar de tráfico el paso por el centro de la villa”.
De hecho, en reuniones con representantes de Infraestruturas ya se solicitó, como complemento a este cambio de normativa, la instalación de una panel de señalización en la rotonda de Domaio que indique a los conductores que para circular a velocidades superiores a los 30 kilómetros por hora lo ideal es que tomen la Autovía, en lugar de la carretera general por la costa. “Ya hubo interés por parte de la Xunta en este panel y esperamos una respuesta al respecto”, añade Currás.
Hay que recordar que en septiembre el Concello puso en marcha un plan de señalización cumpliendo con los compromisos de la Red Ágora y que limita a solo 10 km/h la circulación en el entorno de los colegios públicos. En otros tramos urbanos como la calle Ramón Cabanillas el límite de velocidad ya bajó de 40 a 30 km/h.
