La junta de gobierno del Concello de Cangas aprobó ayer por unanimidad nombrar Hijo Predilecto al poeta cangués Bernardino Graña, que vive ahora en una residencia en Nigrán. Pero además de esta distinción, también se procederá a que la Casa de Cultura de Cangas lleve su nombre, allí donde se trasladará todos los fondos bibliográficos que el poeta donó al Concellos de Cangas. El acuerdo de la junta de gobierno es un paso más en un proceso que ahora con lo del protocolo se antoja largo, de lo que hay que culpar solo a los partidos políticos con representación en la corporación municipal del anterior mandato, que optaron por una fórmula lenta que retrasa en demasía las distinciones. Y si no se sigue la unanimidad no se logra, como pasó con la distinción a José Chapela (Chimé).
Así que ahora el siguiente paso, según marca el protocolo de Hijo Predilecto es elaborar una memoria de Bernardino Graña dentro de un expediente del que es instructora la concejala de Cultura, Aurora Prieto. Después tiene que haber un informe del secretario y llevar el expediente de nuevo al pleno para que apruebe la propuesta. Se necesita contar con 1/3 de los concejales. Va a ser poco probable que en este caso no se logre la unanimidad. La valía humana y poética de Bernardino Graña no fue puesta en duda nunca por ningún partido político y su figura cuenta con la admiración de todos.
Que la Casa de Cultura de Cangas lleve el nombre de Bernardino Graña es un proceso similar al que recorre la propuesta de que el Auditorio Municipal lleve el nombre del fallecido alcalde Xosé Manuel Pazos. Por cierto, que ya alguna crítica sobre la lentitud de este proceso.
La concejala de Cultura del Concello de Cangas, Aurora Prieto, considera que es hora de que Cangas reconozca en vida a esas personas que destacaron por su relevancia en el mundo de la cultura.
