La Estación Depuradora de Aguas Residuales de Moaña (EDAR) trata 3,2 millones de metros cúbicos de agua cada año de media. En los días de temporales hasta el 75% de sus entradas proceden de la lluvia, lo que obliga a aliviar agua sin depurar en varias ocasiones. Para poner fin a esas infiltraciones y para multiplicar la capacidad de la instalación de O Latón, los técnicos del departamento de Innovación y de Ingeniería de Aqualia iniciaron ayer los trabajos de redacción del proyecto europeo “Life Reseau”, anunciado en verano. Empiezan unos estudios sobre el terreno que culminarán en seis meses, cuando deben iniciarse las obras para, a finales de 2022, incrementar la capacidad de depuración reconvirtiendo la actual balsa de depuración que no se utiliza en un reactor que use un sistema de biomasa granular, de forma que se consiga depurar cuatro veces más agua en el mismo espacio “y con un consumo energético mucho menor y menos emisión de gases de efecto invernadero”, explicó el coordinador del proyecto José Ramón Vázquez Padín.
Los ingenieros se desplegaron ayer en la depuradora con la supervisión de los responsables de Aqualia en la zona –David Soneira y Manuel Viñas– así como con representantes del Concello como la alcaldesa, Leticia Santos, y el concejal de Urbanismo, Odilo Barreiro.
La primera fase del proyecto consiste en trabajar sobre la red de saneamiento, con la instalación de 30 sensores que permitirán determinar en qué puntos se producen las mayores infiltraciones de agua de lluvia gracias a la integración de señales y algoritmos de inteligencia artificial. “Esto nos facilitará el trabajo a la hora de acometer separaciones de aguas más eficientes y nos permitirá presentar proyectos para captar fondos de otras administraciones”, apuntó la regidora. Aqualia indica que los fondos europeos para el proyecto se lograron gracias a plantear “un sistema pionero de monitorización y control”.
Desde la empresa concesionaria del ciclo del agua señalan que estos sensores, además de localizar las infiltraciones, medirán también la calidad de las aguas, de forma que si en algún momento es necesario aliviar a la ría, “se pueda tener la certeza de que se sueltan aguas limpias, y no aquellas con cargas problemáticas o contaminantes”.
En estos momentos la EDAR de Moaña cuenta con dos reactores de depuración de 3.600 metros cúbicos de capacidad cada uno. Uno de ellos no se utiliza habitualmente. Será en este en el que se separe con hormigón un espacio para 500 metros cúbicos de agua. Ahí se aplicará la tecnología innovadora que permite multiplicar un 400% la capacidad de tratamiento biológico, en comparación con la tecnología convencional de fangos activos que está en estos momentos en marcha.
En concreto, en esos 500 metros cúbicos de reactor se calcula una depuración de 2.000 metros cúbicos de agua al día, mientras que en los 3.600 metros cúbicos de la balsa en funcionamiento se tratan actualmente un tope de 4.000 metros cúbicos diarios. Aqualia espera que el proyecto culmine con éxito y se consigan las cifras previstas, para poder cuadriplicar la capacidad de sus depuradoras en distintos ayuntamientos.
“El sector del agua es muy conservador, pero los paneles sobre el cambio climático alertan de que en Galicia, aunque las precipitaciones globales puedan disminuir, los episodios de días con lluvias intensas irán a más. Queremos adelantarnos a esa situación y poder incrementar la capacidad de tratamiento de las depuradoras sin necesidad de ampliar las balsas ni ejecutar nuevas obras en la red”, explica Vázquez Padín.
La inversión cuenta con un presupuesto de 2,8 millones de euros financiado con fondos europeos y se lograron gracias a que el proyecto se presentó conjuntamente con la ciudad de Odense, en Dinamarca, y el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG). La empresa que opera en saneamiento en la ciudad danesa, VCS Denmark, apostará por un método distinto, de aireación con biopelículas, pero en ambos casos lo que se busca es incrementar la capacidad de depuración de aguas contaminantes sin nuevas obras de ampliación de las instalaciones, preparándose así para los retos del cambio climático.
Cubierta
Esta será la principal actualización de la depuradora de O Latón desde la cubierta y desodorización del espacio de entrada de aguas sucias, que se ejecutó en el año 2015 y a partir del cual se pusieron fin a los olores que causaban quejas entre los vecinos del barrio.
